Barroso (el cuarto por la izquierda en la fila superior), junto a otros compañeros de promoción. :: A. J.
PUERTO REAL

Los compañeros de pupitre de Barroso

La promoción del 59 de La Salle se volvió a reunir ayer. No faltó un conocido alumno: el actual alcalde

PUERTO REAL. Actualizado: Guardar
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La promoción del 59 del colegio La Salle ha dado a Puerto Real trabajadores para sus astilleros, un director de la oficina del Inem, sindicalistas combativos, un presidente de las hermandades locales, futbolistas, dirigentes deportivos, varios políticos... y, si eso no bastaba, también, un alcalde. Este año se cumplen 50 años de la llegada a las aulas de aquel nutrido grupo de chavales (107, nada menos), entre los que se encontraba un tal José Antonio Barroso Toledo, que décadas después de su ingreso en el colegio, se convertiría en primer edil de la Villa.

Se sabe la fecha en que ingresaron (algunos con 8 años, otros con 11), pero no se tienen datos de cuándo salieron. Aquella fue una generación muy diversa en cuanto a origen social, nivel educativo y edad. La gran cantidad de alumnos respecto a otras promociones llama la atención, ya que lo normal era que se incorporaran unos 50 niños cada curso. «Dicen que la niñez es una patria pequeña que tenemos idealizada y donde nos refugiamos». Con estas palabras arrancó Barroso su intervención.

Él recuerda una España «en color sepia», donde el colegio era un oasis: «En aquel tiempo de dictadura y de precariedades era un microcosmos donde nos sentíamos protegidos, era una abstracción de creencias y de libertades la que aquí disfrutábamos». En el transcurso del acto se proyectaron imágenes de aquel entonces, de los hermanos religiosos, de las clases de gimnasia o de los propios grupos de alumnos, entre los que se reconocía a un Barroso inconfundible.

La estancia en aquel colegio les forjó el carácter: «Éramos niños felices y disciplinados, respetuosos y a la vez libres», resumía Barroso lo que denominó como «el carisma lasaliano». El regidor tuvo un recuerdo especial para los hermanos de La Salle: «Somos el resultado de aquello que nos entregaron. Este pueblo no sería lo que es si no fuera por ellos».

Ya no quedan hermanos de la congregación que dirigía el centro educativo en Puerto Real, así que fue Ángel Menacho, el responsable de zona, quien llegó de Sanlúcar para presidir el acto.

El presidente de los Antiguos Alumnos y también concejal en la actualidad, Salvador Catalán, reflexionó sobre el paso del tiempo: «En el fondo seguimos siendo los mismos, cada uno con su nube de recuerdos y vivencias».

La actual directora del centro, Remedios Parodi, resaltó el valor de aquella generación: «Vuestro colegio está orgulloso de vuestra trayectoria. Sois probablemente la generación mejor formada en el sector naval; otros habéis montado vuestro propio negocio; algunos os habéis dedicado a la educación, y otros a otros trabajos, pero todos con una caligrafía extraordinaria y mucha honestidad», describió Parodi.

Referentes y ejemplo

La máxima responsable hoy del rumbo de La Salle ensalzó hasta dónde han llegado: «Sois verdaderos referentes en la vida sindical, política, religiosa o cultural, gracias por vuestro ejemplo».

Manuel Besa, como portavoz del grupo, bromeó sobre la presencia del alcalde: «Cuando me dijeron que después hablaría Barroso, eso me tranquilizó». Besa dibujó el ejercicio de memoria que acababa de hacer: «He recuperado una caja con una tapadera cubierta de polvo, llena de recuerdos que no se movían desde hace 50 años». Como un testigo mudo del acto, un pasillo interminable hasta las aulas: «Con las clases de cuarto terminaba nuestra vida escolar; quizás por eso en el 59 ese pasillo se me hizo tan largo».