Una semana convulsa
Actualizado:La que estamos viviendo podría ser una semana convulsa para todo el xerecismo en general. Y digo podría porque en este bendito club nunca se sabe cómo va a acabar la película. Si me lo permiten, voy a incluir dentro de esta semana el pasado partido ante el Atlético de Madrid. Por fin, aunque de forma tímida para mi gusto, el aficionado xerecista se pronunció en Chapín. Primero demostró su desencanto con la forma que Ziganda tiene de llevar al equipo con gritos de «Ziganda vete ya», cada vez más repetido en el estadio xerecista. Y, a continuación, sonó «Schuster cómpralo», en referencia a las diversas noticias sobre la posible intención de compra por parte del alemán.
Y es que muchos xerecistas han dicho basta. Basta de tantas mentiras, de tratar a la afición como si fuera un grupo de tontos que no se enteran de nada y de la tan manida y estúpida frase «vamos a disfrutar». No señores, por la linde que ha tomado este club, tanto en su parcela deportiva como extradeportiva, no se puede disfrutar de nada. Ni en Primera, ni en Regional Preferente. ¿Acaso uno puede disfrutar viendo morir lentamente a su equipo? Es de cajón. Tras la resaca festiva de estos días, hoy, se supone, Morales volverá a retomar la negociación de la venta del club con los distintos grupos. Espero que después de tantos años de nefasta gestión ponga fin a su mandato.
Si el máximo accionista está tan loco por vender, que lo haga ya. Porque los xerecistas también están locos por perderle de vista.
Espero que no se saque de la chistera a un nuevo grupo de Tegucigalpa, o de donde sea, interesado en comprar el club y que, curiosamente, le den el doble de dinero que ofertan los grupos anteriores. Eso denotaría que seguirá sin vender. Espero y deseo que esta semana sea convulsa para los xerecistas, porque querrá decir que ha comenzado un proceso de cambio en el club y que llega de la mano de gente nueva.