Europa dará 3.000 millones a los países pobres para combatir el calentamiento
BRUSELAS. Actualizado: GuardarEn medio de la expectación mundial ayer comenzó en Copenhague la conferencia de la ONU sobre el cambio climático. Más de 15.000 delegados y enviados especiales, entre los que se cuentan 110 jefes de Estado y de Gobierno, acudirán a la capital danesa a lo largo de las casi dos semanas de duración de la cumbre, lo que evidencia su importancia.
En 1992, cuando se celebró la conferencia de Río fueron 131 los jefes de Estado y de Gobierno que se dieron cita, además de unas 30.000 personas. Copenhague en diciembre presenta probablemente menos alicientes que la ciudad brasileña en junio.
La jornada comenzó con una presentación a cargo del primer ministro danés, Lars Lokke Rasmussen, quien se declaró confiado en las posibilidades de un acuerdo. «Lo tenemos al alcance y ésta es una oportunidad que el mundo no puede perder», manifestó.
Y Alicia Montalto, jefa negociadora española, confesaba estar «algo nerviosa pero esperanzada por la consecución de buenos resultados». Montalto recordaba que corresponderá a España poner en práctica los acuerdos de Copenhague a escala comunitaria en su presidencia por turno de la UE.
Propuestas muy diferentes
La negociadora española hacía hincapié en la necesidad de transparencia para poner las diferentes ofertas en términos comparables. Es uno de los grandes problemas con los que tropieza la reunión: el carácter heterogéneo de las diferentes propuestas de reducción de vertidos contaminantes y la necesidad de convertirlas a un denominador común.
Per Stig Moller, ministro danés de Exteriores, cree que la conferencia se cerrará con un acuerdo político sobre lucha contra el cambio climático, que será seguido en 2010 por un tratado internacional jurídicamente vinculante, en el que se detallarán los compromisos individuales de reducción y ayuda financiera, así como las necesarias decisiones sobre subsidiariedad.
La edición alemana del 'Financial Times' daba cuenta ayer de que los europeos van a ofrecer en Copenhague entre 1.500 y 3.000 millones de euros a los países en vías de desarrollo como ayuda financiera de urgencia para facilitarles el comienzo de sus acciones contra el cambio climático en 2010, 2011 y 2012.