Un camión traslada un gran árbol junto al Parlamento danés. :: REUTERS
MUNDO

Copenhague confía en un gran acuerdo político sobre el clima

La presencia de Obama en la clausura de la cumbre que se inicia hoy alimenta el optimismo de las autoridades danesas

COPENHAGUE. Actualizado: Guardar
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El anuncio de la Casa Blanca de que el presidente Barack Obama acudirá a Copenhague el día 18 para la clausura de la cumbre mundial sobre el cambio climático (COP15) que se inicia hoy ha sido interpretado por los anfitriones daneses como una señal de que habrá un acuerdo político ambicioso. El optimismo del Gobierno escandinavo se mezcla con la preocupación de que el despliegue organizativo y de seguridad que va a poner en marcha durante casi dos semanas no se desvíe del guión previsto.

El primer ministro, Lars Løkke Rasmussen, considera el cambio de fecha del viaje del líder estadounidense -en principio iba a llegar el miércoles- la expresión de «una dinámica política en crecimiento» y ha definido como crucial su liderazgo global y atención al cambio climático. El mandatario demócrata estará acompañado de jefes de Estado y de Gobierno que también acudirán a la cita sobre el clima.

«Casi no se puede señalar de forma más clara que es ahora cuando hay que cerrar un acuerdo. Es difícil imaginarse que toda esta gente se vaya de Copenhague con las manos vacías», declaró ayer la ministra danesa de Medio Ambiente y presidenta de la cumbre, Connie Hedegaard. Aunque se ha esforzado en vender que la cita es de por sí un éxito, Hedegaard no ha ocultado las dificultades que plantean las negociaciones, en especial la cuestión de la financiación de los mecanismos de mitigación y adaptación para los países en desarrollo.

Puntos esenciales

Desde que hace unas semanas se hizo evidente la imposibilidad de un tratado jurídico vinculante, los esfuerzos del país anfitrión se han centrado en defender la validez de su propuesta en dos pasos, apoyada por EE UU: alcanzar un acuerdo político con todos los puntos esenciales y plasmar su traducción jurídica para 2010.

Organizar la conferencia ha supuesto un desembolso millonario para Dinamarca, que ha recurrido al patrocinio de empresas privadas y extranjeras, que pueden lucir el logo de la COP15 a cambio de cubrir necesidades logísticas.

El esfuerzo en seguridad para un país de 5,5 millones de habitantes también es considerable: se ha aprobado una partida extraordinaria de unos 84 millones de euros para movilizar a 6.500 agentes de policía, reforzado el control en la frontera con Alemania y endurecido las sanciones por incidentes. También se ha habilitado un centro de detención que puede acoger a mil detenidos por altercados en las protestas que se han convocado.

La COP15 irá acompañada por un amplio programa paralelo, que incluye desde un foro alternativo a una cumbre mundial de alcaldes y decenas de actividades culturales.