Más de mil personas luchan por dejar las drogas
La cocaína y el alcohol son las dos sustancias con más incidencia, seguidas de los opiáceos y el cannabis
JEREZ.Actualizado:Instituciones como el Centro de Tratamiento Ambulatorio de Adicciones de Jerez (CTA) o Proyecto Hombre están atendiendo actualmente en la ciudad a más de mil personas que luchan por abandonar las drogas o su dependencia de los juegos de azar. El número de peticiones para acceder a los servicios de desintoxicación sigue aumentando cada año y el perfil de los usuarios cada vez está más normalizado dejando atrás la imagen del drogadicto marginado por la sociedad de los años 80.
El 'ligaíllo' o 'rebujo' (mezcla de cocaína con heroína), la cocaína y el alcohol lideran el top ten de las adicciones más comunes aunque empiezan a notarse de forma leve nuevas incorporaciones como el abuso de internet, los videojuegos o el teléfono móvil.
«Estamos viendo un repunte de adicción al alcohol, sobre todo, en edades avanzadas», detalló la directora del CTA de Jerez, Carmen Picón. De hecho, el número de personas con problemas de alcohol que accedieron este año al centro supera a los cocainómanos (134 y 102, respectivamente). «Son personas que han convivido con el alcoholismo durante mucho tiempo y el problema está saliendo ahora a la luz», continuó. Hoy, 226 personas están tratando su dependencia de las bebidas alcohólicas, una cifra muy parecida a la de los adictos a la cocaína (218), o al 'rebujo' (272).
Las drogas de diseño, que vivieron cierto auge hace unos años, no parecen haber desplazado a las anteriores. «La demanda de tratamientos o es significativa en estos casos porque su consumo suele derivar a otras sustancias», puntualizó.
Tratamiento integral
«Hay que diferenciar el tratamiento farmacológico del multidisciplinar que practicamos aquí», explicó Picón. Todos y cada uno de los pacientes que acuden a este centro de la calle Vicario -que da cobertura a Jerez, sus pedanías y San José del Valle- pasan por un médico, un trabajador social y un psicólogo para abordar de forma integral el problema. «Cada usuario tiene una situación personal diferente y hay que tenerla en cuenta. Pueden ser personas que consuman solamente los fines de semana o todos los días, que tengan un trabajo o estén parados, que vivan con la familia o solos», detalló.
A este servicio perteneciente a la Diputación provincial de Cádiz acuden usuarios derivados de otros dispositivos como la red de Atención Primaria, el Hospital de Jerez, el Centro de Inserción Social, los servicios sociales comunitarios e incluso los recursos médicos de empresas privadas. «Somos un centro público, todos nuestros servicios son gratuitos y cualquier persona puede acceder a ellos directamente para tratarse cualquier tipo de adicción», insistió Picón.
El número de admisiones se incrementa cada año en estos centros. En el caso de Jerez la evolución ha sido clara desde 2006, cuando ingresaron 298 nuevos usuarios, hasta 2008, con la admisión de 396 personas. A falta aún de que acabe diciembre, los últimos once meses han registrado 387 nuevos tratamientos.
Más hombres
La diferencia entre el número de hombres y de mujeres tratados en el CTA de Jerez es abismal: 817 hombres frente a 130 mujeres. Al margen de que el consumo sea más habitual en personas del sexo masculino que en el femenino, lo cierto es que los patrones culturales también influyen a la hora de pedir ayuda. «La mujer tiene una conducta adictiva más oculta y tarda más en solicitar un tratamiento porque es una situación que está peor vista que en el caso de los hombres», aseguró la responsable.
El perfil de las personas que ingresaron el pasado año para iniciar un tratamiento tenía una media de edad de 36 años, en una mayoría aplastante eran hombres (87,3%) y sólo el 34% de ellos tenía un trabajo. El 66% dijo tener únicamente estudios primarios y el 41% convivía con familia propia mientras que el 38% habitaba en ese momento con la de origen.
Las estadísticas confirman que los jóvenes son mayoría entre los adictos a los derivados del cannabis. «No todos vienen porque quieren dejarlo, sino porque tienen sanciones administrativas por consumir y el tratamiento suspende la multa. También nos llegan muchos porque los padres están preocupados», relató Picón.
En constante crecimiento
Proyecto Hombre es una institución señera en la ciudad por ayudar a muchos a salir de sus adicciones. Hoy, atienden a 218 personas en sus diferentes programas que van desde la comunidad de reinserción para personas desestructuradas -donde tienen a 40 usuarios- hasta la atención a jóvenes tutelados de la Junta de Andalucía con problemas de comportamiento e iniciados en el consumo de sustancias como la inhalación de pegamento.
«Atendemos a más personas que hace tres años. La gente pide más ayuda porque hay más consumo», aseguró el presidente del colectivo, Luis Bononato. Al igual que en el CTA, en Proyecto Hombre ratifican que «ha disminuido la presencia de la heroína pero está aumentando enormemente el consumo de cocaína y los casos entre personas jóvenes». Para Bononato, «la presión que sufren los adolescentes es enorme. Aunque creo que saben dónde se están metiendo, la educación que han recibido es muy permisiva y la vida fácil es un caldo de cultivo ideal para que, ante cualquier problema, busquen placer en las drogas». Con este panorama por delante, la institución puso en marcha en 1997 Proyecto Joven, del que ahora forman parte 36 jóvenes .
La facilidad que tienen los jóvenes para acceder a sustancias ilegales es uno de los principales obstáculos a la lucha contra la drogadicción. «Antes había que ir a sitios marginales pero ahora es mucho más fácil conseguir droga en los botellones o en determinados locales», aseguró Bononato.
Para esta institución -que acaba de recibir el certificado de calidad ISO 9001- «la droga es un síntoma de algo que le ocurre a la persona por eso no trabajamos según la sustancia que consuman y podemos tratar cualquier adicción, como el sexo o el trabajo».