Vuelve el trueque
Un empresario de la localidad jandeña explota un negocio de intercambio y venta de objetos de segunda mano
BARBATE.Actualizado:La crisis aprieta y quienes tienen que subsistir con recursos propios agudizan el ingenio. Un caso muy llamativo es el de Limbo Schumacher, un alemán afincado en Barbate desde hace años, que junto a sus socios ha puesto en marcha un establecimiento de trueque y compra-venta de artículos de segunda mano.
Aunque la iniciativa no es pionera en la provincia (de hecho ya han existido o existen negocios similares en Cádiz, Chiclana o El Puerto), la novedad en este caso radica en el importante número de clientes y artículos que ha conseguido aglutinar El Trueque en apenas unos meses. «Llevamos abiertos sólo tres meses, y ya hemos tenido que ampliar nuestras instalaciones». Este empresario, sabedor de que «en los tiempos que corren todo el mundo quiere desprenderse de artículos que le sobran para ganar un dinerillo extra», cobra el 20% del importe de la transacción. Los clientes, fundamentalmente nacionales y la mayoría procedente de Barbate o Vejer, llevan a su establecimiento todo tipo de artículos. «A esos objetos se les pone un precio, y si se venden, los propietarios pasan por aquí a recoger sus ganancias», relata.
Tan fácil y cómodo como cualquier otro mercadillo o rastro, pero con una particularidad. En el negocio de Schumacher, «también damos la posibilidad de que las personas lleguen a un acuerdo e intercambien sus cosas». Esta antigua forma de transacción comercial ha deparado ya algunas anécdotas, como los de una familia, que decidieron cambiar sus muebles por los que trajo otra pareja.
Cambio salón comedor
Según explica el responsable de este negocio ubicado junto a la venta El Loro en las inmediaciones de la localidad barbateña, «la mayoría de clientes viene a vender o cambiar lo que les sobra». De este modo, en sus instalaciones El Trueque ya acumula prácticamente de todo. «Aquí tenemos desde bicicletas hasta coches; lo más caro que hemos tenido ha sido un salón comedor completo», recuerda el empresario, que no se olvida de otros objetos cotidianos que llegan a sus manos para formar parte de trueques como relojes, electrodomésticos, libros o discos.
Y es que muchos ciudadanos están dispuestos a soltar el lastre que supone para una vivienda habitual tener almacenados ciertos objetos antiguos, en su mayoría, sin un uso diario. Basta con trasladar el artículo en cuestión a este establecimiento, fijar un precio que en principio debe estar en consonancia con su antigüedad y estado de conservación, y esperar a que alguien lo compre.«Las compra-ventas funcionan muy bien; aquí viene gente con intereses muy diversos».
El negocio ha recibido en las últimas semanas incluso la visita de coleccionistas y amantes de las tendencias de moda; «venían buscando una ganga o un determinado artículo que ya no se fabrica». Ya sabían que El Trueque puedes encontrar de todo.