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Rodríguez Zapatero, junto a José Bono, durante el discurso del 31º aniversario de la Constitución. :: EFE
ESPAÑA

Bono sale en defensa del Constitucional y recuerda los «límites» del autogobierno

Los socialistas tildan la ausencia de los presidentes del PP al aniversario de la Carta Magna como «escandalosa» y «sorprendente»

ALFONSO TORICES
MADRID.Actualizado:

El presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, aprovechó ayer el acto institucional del 31 aniversario de la Constitución para salir en defensa del Tribunal Constitucional y recordar a los más soberanistas que aunque la Carta Magna es generosa con el autogobierno, «no es infinitamente flexible y tiene límites».

Bono, ante un auditorio formado por los más altos responsables de los poderes del Estado, no nombró al Constitucional ni citó el 'Estatut', pero uno y otro protagonizaron el núcleo de su discurso. Respondió a los que desde Cataluña atacan la legitimidad del tribunal y marcó las líneas rojas que no debe sobrepasar la confrontación política e institucional desatada por la inminencia de la resolución del recurso planteado por el PP contra un texto aprobado ya por las Cortes y en referéndum.

La tercera autoridad del Estado destacó que España es uno de los países más descentralizados del mundo, «con niveles de autogobierno que superan en muchos casos los de estados federales», gracias a la «fortaleza y flexibilidad» de la Constitución, de la que nacieron todos los estatutos y de la que ayer volvió a predicar su total «vigencia» y «supremacía» sobre el resto de leyes, que derivan de ella. Sin embargo, también recordó a quienes piden que se estiren al máximo las costuras constitucionales para dar cabida a las reivindicaciones soberanistas que la Carta Magna «tiene límites» y que no deben considerarse como «una restricción» sino como «la garantía del juego limpio».

Bono señaló que «no hay regla ni ley -incluidos los estatutos aprobados y prebiscitados- que valga si está contra la norma suprema» y, para ilustrar la idea, echó mano del lema del ex presidente del Constitucional Francisco Tomás y Valiente, que, a la hora de resaltar la supremacía de la Constitución y de la unidad del Estado, indicó: «El todo por encima de las partes». A quienes presionan al tribunal con la preparación de respuestas deslegitimadoras ante una sentencia restrictiva, les recordó que la democracia y la ley españolas no les dejan más opción que el respeto al «árbitro» (el tribunal) y el sometimiento a «las reglas del juego» (el orden constitucional y su supremacía).

El presidente del Congreso también marcó distancias con las diferentes visiones ideológicas del desarrollo del estado autonómico. Ni España se rompe ni el Estado se puede difuminar. «La España constitucional no es un edificio en ruinas o a medio hacer, sino una comunidad de sentimientos», indicó. Y apostó por no excluir a nadie del manto constitucional -«al discrepante no hay que ridiculizarlo sino pactar con él»-, pero fijó el límite: «No ha nacido ni se espera al español que valga más que otro».

El clima en Pontevedra

Las palabras de Bono y la presencia en el cóctel posterior del presidente de la Generalitat, José Montilla, y de la presidenta del Constitucional, María Emilia Casas, hicieron que en los corrillos de políticos y cargos institucionales el 'Estatut' fuese el tema más abordado. Casi todos, incluido Montilla y Mariano Rajoy, reconocieron haber saludado y cruzado breves palabras con Casas, pero ninguno admitió haberle preguntado por la marcha del recurso. Montilla dijo que no quería que cualquier comentario se interpretase como una «presión» y el líder del PP indicó que la charla se limitó a un intercambio de frases sobre «el tiempo que hacía en Pontevedra». La presidenta de la corte judicial, por su parte, ni afirmó ni desmintió si el fallo podrá conocerse antes de final de año y se limitó a explicar que los magistrados «trabajan intensamente» en una pronta resolución.

El otro tema recurrente de las conversaciones, entre canapé y canapé, fue la perplejidad por la inasistencia al acto institucional de todos los presidentes autonómicos del PP, incluida la madrileña Esperanza Aguirre, que se notó aún más por el alterado clima político ante el fallo del 'Estatut' y la sorpresa de que un 'lehendakari', en este caso Patxi López, acudiese por primera vez. El PP sólo estuvo representado en el aniversario al más alto nivel por Rajoy, por la portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, quienes, o no quisieron comentar el hecho o, como Rajoy, se encogieron de hombros e indicaron: «No digo nada. Sólo puedo decir que yo estoy aquí».

Al acto sólo acudieron, además de López y Montilla, los presidentes de Aragón, Marcelino Iglesias, y Castilla-La Mancha, José María Barreda. Pocos y todos socialistas. Dirigentes de este partido apuntaron a una actitud «frívola», relacionada con el 'puente' festivo de cuatro días. El 'lehendakari' señaló que las ausencias le parecieron «escandalosas» y Montilla, a quien le pareció «sorprendente», comentó que «hoy no están aquí quienes siempre defienden la Constitución, pero ni la votaron ni creyeron en ella, mientras otros muchos la defendieron, la hicieron posible y la votamos». Bono, en su papel de anfitrión institucional, despachó la controversia con un irónico «estarán distraídos». Eso sí, dadas las inasistencias, no hubo miembros del PP en la mesa a la que el presidente del Congreso invitó a comer, tras la recepción, a los cuatro presidentes autonómicos, al del Gobierno y a todos sus antecesores en el cargo que acudieron al acto. Las ausencias de diputados de partidos nacionalistas no sorprendieron a nadie porque se repiten todos los años.

Sin reforma

Los máximos responsables de los dos grandes partidos, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, dejaron claro, en sus declaraciones previas al comienzo del acto oficial, que en esta legislatura tampoco tienen previsto poner en marcha la tan anunciada reforma constitucional, porque creen que no se trata de algo «urgente». El presidente del Gobierno señaló que la Carta Magna «ha sido y es útil» y que en estos 31 años ha demostrado su eficacia, por lo que en este momento no hay prisa en cambiarla. «Es mejorable, pero funciona en lo sustancial, por lo que no hay en el horizonte inmediato ni una propuesta ni una alternativa de reforma del texto», añadió.

Mariano Rajoy abundó en que el texto está «vigente» y es «válido» y que para su reforma «hay que buscar el momento oportuno». «En esta vida nada es inamovible», dijo, pero añadió que si se quieren cambiar cosas en la Constitución es necesario tener «las ideas muy claras» sobre lo que se quiere modificar y tener un consenso político tan grande como el logrado en 1978 para su aprobación, elementos que hoy en día no se dan por las discrepancias entre PP y PSOE.

Bono, que también cree que la Carta Magna no es inmutable, y que ve con buenos ojos reformas para imponer la igualdad de sexos en la sucesión al trono y una reconversión del Senado en una cámara de representación territorial, hizo una defensa cerrada de la bondad del texto actual y aprovechó la ocasión para recordar a los siete ponentes de la Constitución, de forma especial a los fallecidos Gabriel Cisneros y Jordi Solé Tura, y para ensalzar el consenso entre contrarios que permitió este acuerdo. Indicó que todos los españoles de más de 50 años, como él, los que votaron en 1978, son «valedores y custodios de una gran obra», un pacto que «dejó atrás la negra sombra de las dos Españas». El presidente no citó los casos de corrupción asociados a los partidos o las frecuentes posiciones partidistas ante problemas de interés general, pero quiso concluir su discurso con un aviso a los políticos ante el desencanto ciudadano y la abstención. «Si la sociedad pone distancia respecto a sus políticos, el error siempre está en nosotros», concluyó.

El 'lehendakari' socialista busca la reconciliación entre Administraciones.

Él también acabó, en 2006, con 18 años de incomparecencias.

El sucesor de Bono comparte el espíritu jacobino de su ex jefe.

Su participación en este tipo de eventos suele ser habitual.