Un dinero que da para mucho

Creo que nunca olvidaré la cara de Miguel Rubio tras lograr, el pasado miércoles en Chapín, marcar un gol desde el mismo centro del campo -y con la portería vacía- que le valió ganar 480.000 euros. Era el reto que le proponía una conocida entidad bancaria (BBVA) a través de una ingeniosa campaña que ha conseguido un eco más que considerable, que supongo que era de lo que se trataba. Permanecía impasible, como si nada hubiese pasado. Pero era simple fachada. Los nervios iban por dentro, como después reconocería este mileurista valenciano que ganó en apenas ocho segundos -lo que tardó el balón en salir de su pie y traspasar la línea de gol de la portería- lo equivalente a 40 años de su actual sueldo.

Con 80 millones de las antiguas pesetas se pueden hacer muchas cosas, además de cambiar la vida de alguien como Miguel Rubio. Por ejemplo, comprar un buen puñado de acciones de Joaquín Morales, que vuelve a las andadas con el tema de la venta del Xerez Deportivo. Ahora resulta que le salen interesados en comprar el club hasta de debajo de las piedras: aficionados, un grupo de inversores extranjeros y hasta el mismísimo Bernd Schuster. Y todos parecen dispuestos -esta vez sí- a darle lo que pide, al menos hasta ayer. Que la entidad esté ahora mismo en proceso concursal más que probablemente haya influido en esa proliferación de pretendientes. La cuestión, en cualquier caso, es que vuelve a presentarse de nuevo una gran ocasión para que el Xerez salga de la crisis general en la que se haya inmerso desde hace ya demasiado tiempo.

Con ese dinero también se podría aliviar, aunque sea ligera y muy temporalmente, las arcas del Ayuntamiento, que, por lo que se ve, lo único que tienen son telarañas. Se ve que este mes ha tenido que hacer de nuevo filigranas para pagar los sueldos de su extensísima nómina de empleados. Hombre, 480.000 euros a repartir entre unos 2.500 trabajadores apenas daría para 192 euros por cabeza. Algo es algo, y seguro que los grandes gestores de las cuentas municipales lo agradecerían bastante.

Supongo que todo eso le dará igual a Miguel Rubio. Bastante tiene él con digerir el premio conseguido. Dice que lo primero que hará será liquidar su hipoteca de 180.000 euros. No sabe todavía si dejará de trabajar. Como para no envidiarle. Sobre todo aquí en Jerez, donde cada vez son más los que ya no saben qué hacer para encontrar un empleo. En estos momentos casi 28.000, para ser exactos, 443 más que el mes anterior. Seguro que a todos les gustaría estar en su lugar y poder elegir con toda la tranquilidad del mundo si seguir trabajando o no. Bendita duda, pensarán. Y con toda la razón. Pero la vida es la suma de sueños, y éstos a veces se cumplen. Que se lo pregunten, si no, al valenciano. Así que no hay que perder la esperanza, aunque sea en esta ciudad.