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DE ZORRILLA A LA MAREA

Debate basura

Román comenzó a gritar como si se hubiera tragado a María Antonia Iglesias en un programa de La Noria; mientras la alcaldesa, a punto de llorar, intentaba poner orden

INMACULADA MACÍAS
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No sé quién es últimamente el que marca las estrategias políticas en los partidos, pero lo cierto es que lo del «riau, riau» (dícese de rugido emitido por los concejales socialistas Román, Pérez Peralta y Ortuño en el pleno del viernes, en alusión a los toros que escaparon durante el rodaje de la película de Tom Cruise y Cameron Díaz) fue verdaderamente patético, de patio de colegio con y sin crucifijo.

Eran como niños enrabietados porque el pavo de la clase sacó un ocho en la asignatura pendiente y ellos habían suspendido por no hacer bien los deberes. Alguien debería recordar a estos representantes de los ciudadanos, qué es un pleno, cuáles son las funciones de un concejal y el significado del respeto a los demás. Aquí me refiero no sólo a los socialistas, sino también a más de un concejal del PP que pese, a los intentos fallidos de la alcaldesa por mandarlos a callar y poner orden, continuó alimentando la bronca.

Hubiera sido mejor para el PP e IU ver pasar el encierro, sin más, y dejar que el público opinase sobre cómo la calidad del ganado hizo que los mozos corrieran a destiempo, desorientados y sin nadie que les dirigiese e indicara el camino para llegar airosos a la plaza.

No es serio que un pleno municipal se convierta en el debate de un programa basura, donde el que más grita es el que menos tiene que decir pero el que más se hace notar.

El ambiente estaba caldeado desde por la mañana, algo que a los que durante años hemos seguido los soporíferos plenos nos resulta chocante, ya que la mayoría de las propuestas que se tratan ya han sido debatidas en las distintas comisiones por los concejales del equipo de Gobierno y la oposición quienes, además, unos días antes del pleno suelen sacar este mismo debate en los medios de comunicación. Aún así, en casi todas las sesiones plenarias se arma la de San Quintín.

Pero la de ayer (pinchen en la web www.lavozdigital.es, que está colgado el vídeo) fue de campeonato y casi sin venir a cuento, cuando ya el pleno estaba prácticamente finalizado. Acababan de incorporarse después casi dos horas de ausencia (fueron a un acto en la Diputación) los concejales Román y Pérez Peralta y en un punto en el que intervenía el edil de IU, Sebastián Terrada, saltaron las chispas.

Parece que Román quiso dejar bien claro que él va a seguir siendo el portavoz del grupo (en septiembre estaba acordado que sus propios compañeros se lo quitaran de encima) y comenzó a gritar como si en el aperitivo se hubiese tragado a María Antonia Iglesias en un debate de La Noria. Concejales del bando del PP contestaron y empezó a liarse la marimorena con cruce de acusaciones entre unos y otros mientras la alcaldesa inútilmente intentaba poner orden, ya casi con la voz entrecortada y a punto de llorar de impotencia.

Pareció que la oposición intentaba buscar que la presidenta del pleno Teófila Martínez ordenara el desalojo de los ediles del PSOE de la sala, para que de cara a la opinión pública quedara que los habían echado, al menos esa fue la sensación de los que siguieron de cerca el pleno y de quienes posteriormente han visto la imágenes.

Román le retaba que no iban a irse, a espera de la orden de la alcaldesa que no llegó. En fin, un espectáculo lamentable y muy desagradable.

Los comercios ya han cobrado

Las principales asociaciones de comerciantes de la ciudad, Cadiz Centro Club de Calidad y Unión de Comerciantes de Cádiz, han mostrado su satisfacción por la rapidez con que la productora de la película 'Knight &Day' ha pagado a los comerciantes que tuvieron que cerrar sus negocios durante algunos días de la semana de rodaje.

En total, ha abonado 600.000 euros a más de un centenar de pequeños negocios que han visto como salvavan el mes de noviembre, nefasto para las compras y en plena crisis económica.

El que menos se ha embolsado 2.000 euros por cuatro días y cierre de sus negocios hasta las seis de la tarde y el que más casi 10.000 euros. Algunos comerciantes de Cánovas del Castillo y San Pedro, que en su día solicitaron también la clausura de sus establecimientos (que al principio no estaba previsto) habían mostrado su desacuerdo porque no cobraban el martes (día que quedó suspendido el rodaje) y querían hacerlo tal y como constaba en sus contratos.

Mediación y beneficios

La mediación de las dos asociaciones de comerciantes les hizo recapacitar, al explicarles que el martes se había cambiado por el sábado, que sí iban a abonarlo y que la productora no podía pagar un día que al final se habían abierto las tiendas porque el rodaje se suspendió y todos los comerciantes fueron avisados con tiempo.

Hubiera sido un abuso, sobre todo teniendo en cuenta que la productora ha pagado en menos de una semana y que es probable que gracias a la colaboración de todos (sobre todo vecinos y comerciantes) otras empresas cinematográficas pueden fijarse en Cádiz para sus rodajes, dejando un dinero en la ciudad muy necesario que, en el caso de esta película, ha supuesto casi dos millones de euros.