En el banquillo por reventar un ojo a su hermano en una pelea
El acusado golpeó a su familiar con una baldosa del cuarto de baño, causándole lesiones en la cara que le han dejado secuelas
CÁDIZ. Actualizado: GuardarA lo largo de casi cuarenta años, los dos hermanos habrían tenido cientos de peleas y broncas, en aquella misma casa familiar del barrio de La Viña donde se habían criado. ¿Quién no se ha peleado alguna vez con un hermano? Quizá alguna de aquellas discusiones llegó a ser aún más agria, pero ninguna acabó de forma tan dramática y sangrienta como la de aquella noche de abril de 2007, cuando Javier acabó en el hospital con la cara cubierta de sangre y el ojo izquierdo perdido para siempre, reventado de un golpe en el rostro.
En un momento de ira, Santiago C. N., de 43 años, había cogido una baldosa suelta del cuarto de baño y se la estampó en la cara. El golpe hizo que el ojo izquierdo de su hermano estallara, además de provocarle una fractura en los huesos del pómulo y la nariz.
Más de dos años y medio después de la agresión, Santiago se sentará en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial, ante el tribunal de la Sección Tercera de lo Penal, donde deberá reconstruir con palabras aquella pelea, para contar su versión de lo ocurrido. El juicio está señalado para el próximo miércoles 16 de diciembre.
El acusado se enfrenta a una posible pena de ocho años de prisión, que ha solicitado el Ministerio Fispor el presunto delito de lesiones, reconocido en el artículo 149.1 del Código Penal. Dicho artículo prevé el castigo más alto de cuantos se contemplan en la ley española por los delitos de lesiones -de seis a 12 años de cárcel-, ya que se refiere a heridas que suponen «la pérdida o la inutilidad de un órgano principal o de un sentido», como en este caso es un ojo y la vista.
Era toxicómano
Cuando se peleó con su hermano, Santiago consumía todo tipo de drogas, tanto de las ilegales, como ansiolíticos y sedantes que le dejaban totalmente KO. Además padecía trastornos de personalidad y cuadros depresivos, que muy probablemente serán presentados por la defensa como atenuantes de la pena, alegando que influyeron en sus actos. Sin embargo, el fiscal considera en su escrito de acusación que ninguna de esas circunstancias atenúan la culpabilidad de Santiago. Según su apreciación, era plenamente conciente sus actos.
Deformidad en la cara
El hermano ha perdido definitivameente el ojo izquierdo, ya que los cirujanos no pudieron recuperarlo en la mesa de operaciones. La víctima tuvo que permanecer, además, varios días ingresado en el hospital, y tardó más de un mes y medio en curar sus heridas.
Las lesiones de los huesos de la cara tampoco se repararon del todo, ya que según la Fiscalía se intervino tarde. Nadie se había percatado de ellas en un primer momento, al prestar toda la atención a la recuperación del ojo. De este modo, la dilación al diagnosticar la fractura ósea, impidió reconstruir los huesos de la cara del herido, que presenta una deformidad cerca de la nariz que le dificulta respirar con normalidad.
Además de la pena de ocho años de cárcel para el acusado, el fiscal pide que éste indemnice a su hermano con 50.000 euros por los daños que le ocasionó.