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El momento del sorteo en el que salió la bola de España. :: EFE
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Suerte a medias

España, con un grupo fácil pero con un previsible cruce con Brasil

IGNACIO TYLKO
MADRID.Actualizado:

«Ha llegado la hora», dijo Nelson Mandela, desgastado y emocionado, en un mensaje de vídeo que preludió el sorteo del Mundial y dio enorme suerte a España. Sin confianzas pero sin temores, la selección debería disfrutar de una primera fase sencilla, ideal para ganar, rodarse y aclimatarse al frío invierno surafricano. Suiza, Honduras y Chile son rivales que, hoy por hoy, están a años luz de los campeones de Europa y mejores del mundo, según el último ranking de la FIFA. Del Bosque se salió con la suya en el Centro Internacional de Convenciones de Ciudad del Cabo, ya que para empezar evitó a los temibles rivales africanos y a europeos de relumbrón como la Francia de Henry y Benzema, o la Portugal de Cristiano Ronaldo, Pepe y Simao, que tantos apuros pasaron en la fase clasificatoria.

Como la dicha nunca es completa, el problema de la selección nacional podría llegar en el cruce de octavos de final. Ahí, con la eliminación sufrida ante Francia en el Mundial de Alemania todavía en el recuerdo, se mediría a alguno de los integrantes del 'grupo de la muerte' que integran Brasil, Portugal y Costa de Marfil junto a Corea del Norte, un convidado de piedra a Suráfrica. La parte positiva reside en el hecho de que si la 'Roja' y la 'Canarinha' acaban líderes la primera fase, no se verían las caras hasta una hipotética final.

Un dato anecdótico invita al optimismo. Tal y como ocurrió en el sorteo de la Eurocopa de Austria y Suiza, la bola de España fue la última en salir entre los cabezas de serie, detrás de Italia y Brasil. Un buen presagio para los supersticiosos y la certeza de que se arrancará el último día, cinco días después del choque que el 11 de junio abrirá el campeonato entre los anfitriones y los mexicanos del 'Vasco' Aguirre en la calabaza que dibuja el majestuoso Soccer City de Johannesburgo, sede también de la final. Empezar más tarde genera más ansiedad por la espera pero permite conocer mejor a la zona, prepararse más, y saber ya cómo juegan todos los adversarios, el estado de los campos y qué te puedes encontrar.

Estreno en Durban

El debú de la selección tendrá lugar ante Suiza, el 16 junio en el estadio Moses Mabhida Durban de (16,00 horas), el segundo partido se jugará ante Honduras, el 21 en el Ellis Park de Johannesburgo (20,30), y el tercero contra Chile, el principal enemigo, el 25 en el Loftus Versfeld Pretoria, también en sesión de tarde-noche. Hasta el calendario resulta beneficioso, ya que a la última cita se puede llegar con el billete de octavos ya sellado y, por tanto, sin necesidad de un desgaste máximo. El descanso será clave después de una temporada agotadora para muchos de los internacionales españoles, presentes en todas las competiciones.

«Todos tienen su dificultad», advirtió Vicente Del Bosque, siempre cauto, tras tocarle la lotería. Los suizos que dirige el alemán Ottmar Hitzfeld tienen un nivel similar al combinado de Roy Hodgson que sucumbió frente a la España de Clemente en los octavos de final del Mundial de Estados Unidos. Hierro, Luis Enrique y Beguiristain certificaron el triunfo conseguido en Washington. Fue el último de los 18 encuentros ante los helvéticos, que jamás vencieron: 15 victorias para España, tres empates, 45 goles a favor y sólo 15 en contra.

Malos recuerdos

Honduras, en cambio, trae malos recuerdos. Datan del Mundial' 82, de aquél pírrico empate cosechado en Mestalla, merced a un polémico gol de penalti transformado por López Ufarte. Los centroamericanos no han evolucionado demasiado.

Siguen un escalón por debajo de México y Estados Unidos en la CONCACAF, pero esta España no tiene nada que ver con el combinado que fracasó en su Mundial con José Emilio Santamaría. «El rival es el mejor del mundo junto con Brasil pero nos tomaremos la cita como una revancha», advirtió el presidente de la federación hondureña, Rafael Callejas. Está claro que el combinado español es uno de los más respetados del panorama internacional.

Los chilenos, espléndidos en una clasificación en la que acabaron por delante de Argentina, eran menos queridos que paraguayos y uruguayos, otros posibles adversarios del bombo 3, pero más deseados que Costa de Marfil y, probablemente, que Nigeria y Camerún. Hace poco más de un año, España superó les superó por 3-0 en El Madrigal pero fue un triunfo muy engañoso. La historia no es un aval en el fútbol pero invita al optimismo. En siete enfrentamientos, seis victorias, un empate, 18 goles a favor y 3 en contra. Todo fueron amistosos menos el 2-0 logrado en Río, durante el Mundial de Brasil'50. «Es una motivación mayor enfrentarse a España», subrayó el argentino Bielsa, técnico de Chile, tras conocer el enemigo que le aguarda.

Glamur

La glamurosa gala fue conducida por la actriz local Charlize Theron, ganadora de un Oscar por la película 'Monster' y agradecida por haber vivido un «momento mágico». «Nuestra joven democracia puede sentirse orgullosa», subrayó después de que Mandela emocionase a 200 millones de espectadores. No pudo asistir, enfermo y con 91 años, pero mostró gran lucidez en su alocución. «Es un honor que recibimos con humildad. Nos esforzaremos por alcanzar la excelencia como anfitriones y dejar beneficios perdurables a nuestro pueblo. El deporte tiene el valor de unir, más allá de las fronteras. Aprendimos una lección de paciencia y entereza durante la prolongada lucha por la libertad pero la larga espera ha merecido la pena».

También vivió un momento de gloria el presidente surafricano, Jacob Zuma. Un acto festivo y cargado de simbolismo. Además de Beckham, el camerunés Roger Milla, presente en cuatro mundiales, y el atleta etíope Haile Gebrselasie, participaron de forma activa Nakhaya Ntini, primer jugador negro en un equipo surafricano de críquet, John Smit, capitán de los 'springboks' que ganaron el Mundial de rugby, y Matthew Booth, el héroe blanco de los 'Bafana Bafana'. Todo listo para que ruede Jabulani, un balón colorido con un nombre zulú que significa 'celebración'.