Y el sueño se cumplió

Por si no había quedado claro quién es el fenómeno musical del año más allá de los Gramys -Beyoncé y Taylor Swift se perfilaban ayer como triunfadoras en la presente edición-, la cantante escocesa Susan Boyle sigue haciendo añicos los récords de venta de discos allí por donde pasa su 'I Dreamed a Dream'. El álbum, que ya arrasó en Gran Bretaña con 411.820 copias vendidas en siete días, ha impactado con tanta fuerza en Estados Unidos como si de una de sus mejores estrellas del country se tratara: 701.000 discos en una semana, y subiendo.

No se veía nada igual desde 1993, cuando el rapero Snoop Dogg vendió 803.000 copias de 'Doggystyle' en su primera semana, años antes de que las ventas de discos tradicionales se desplomaran para nunca más recuperarse. A lo largo de 2009, sólo el magnético Eminem y su esperado 'Relapse' se le ha acercado, con 608.000 unidades vendidas en siete días.

El primer álbum de Susan superó, además, a los nuevos discos de estrellas como Rihanna y de otros concursantes de televisión como Adam Lambert, y marcó el mejor debut de una artista femenina en el mercado estadounidense desde que el sistema de Billboard comenzó a registrar los volúmenes de ventas en 1991.

La cantante de 48 años, que se convirtió en un éxito de YouTube el pasado abril tras su aparición en el programa de televisión 'Britain's Got Talent', también llegó a lo más alto de las listas en Australia e Irlanda. Todos son países anglófonos, aunque a medida que se extienda la fiebre otros países europeos y americanos podrían sucumbir al fenómeno.

Boyle, que hasta hace poco ejercía de voluntaria de una iglesia en el pequeño pueblo de Blackburn, se hizo inmensamente popular en todo el mundo gracias a Internet. Aunque terminó en segundo lugar del programa televisivo cazatalentos que le dio la fama, más de 300 millones de personas vieron los vídeos en los que esta jovial ama de casa interpretó con su impresionante voz uno de los temas del espectáculo musical 'Los miserables', el famoso 'I Dreamed a Dream', que da título a su disco de debut.

Susan Boyle, cuyo aspecto ha mejorado considerablemente desde entonces, ha multiplicado sus apariciones en los medios durante la gira promocional del disco por Europa y Estados Unidos, recordando entre otras cosas los malos tratos que sufrió durante su infancia debido a sus dificultades de aprendizaje.

«El álbum es como una reflexión sobre mi vida y lo que he esperado hasta lograr lo que de verdad me gustaba. ¡Lo que yo realmente deseaba era ser una cantante profesional! He soñado con esto 23 años», reveló la intérprete en una reciente entrevista. Además de la canción que la convirtió en un personaje planetario, el álbum contiene otras doce piezas donde mezcla temas famosos y canciones navideñas. El primer sencillo es el corte 'Wild Horses', popularizado en su día por los Rolling Stones. Según contó la propia Boyle, este tema lo escogió porque lo considera como una canción casi autobiográfica.