De suicida a presunto homicida
La Fiscalía lo acusa de tentativa de homicidio, ya que su hija estaba en la casa, pero él declara que su intención era matarse a sí mismo Un isleño se enfrenta a 13 años de cárcel por tratar de estallar una bombona
CÁDIZ. Actualizado: GuardarYa estaba vestido y aseado, a la espera de que la Guardia Civil lo trasladara al juzgado desde la cárcel de Puerto II, donde permanece encarcelado en prisión preventiva desde 2007, pero un error de coordinación entre el juzgado y la prisión impidió que P. S. A. pudiera acudir ayer a su propio juicio, acusado de intentar explosionar una bombona de butano en la casa de su ex mujer.
Él dice que su intención era sólo suicidarse. Pero en la casa estaban en ese momento su hija y dos amigas, por lo cual, la Fiscalía lo acusa de haber cometido tres delitos de homicidio en grado de tentativa, a los que suma uno más de amenazas y otro de quebrantamiento de medida cautelar, ya que pesaba sobre él una orden de alejamiento hacia su ex mujer por una denuncia de violencia de género. Ayer estaba previsto que se celebrara la segunda jornada del juicio, después de que P. S. A. y los primeros testigos declarasen el miércoles ante el tribunal de la sección tercera de la Audiencia. Sin embargo, debido a la inesperada incomparecencia del acusado, la segunda vista tuvo que ser suspendida hasta el próximo 9 de diciembre, cuando se retome el juicio con la comparecencia de los peritos, los psicólogos forenses y los policías.
Por todos los delitos imputados, el acusado podría enfrentarse a una pena de, al menos, 13 años de cárcel -como pide la fiscal-, de los cuales ya ha cumplido dos años y tres meses en prisión preventiva. Esta pena es también solicitada por la acusación particular, que representa a la ex mujer del procesado.
Estaba bebido
El suceso tuvo lugar en la noche del 29 de agosto de 2007, cuando este hombre de 45 años se presentó en la casa de su ex esposa, en San Fernando, para llevarse su ropa y algunos objetos personales. La pareja llevaba un tiempo divorciada, ya que de hecho pesaba sobre él una orden de alejamiento dictada por un juez tras haberlo denunciado su ex mujer por amenazas. El acusado, sin embargo, declaró ante el tribunal que fue ella quien le dijo que recogiese sus pertenencias de la vivienda, tras haber protagonizado una discusión justo un día antes, cuando supuestamente la volvió a amenazar.
A pesar de la versión dada por el acusado, cuando P. S. A. volvió a la vivienda no se encontraba precisamente en condiciones de retirar nada, ya que -como él mismo reconoció- estaba totalmente borracho. Había pasado toda la tarde bebiendo copas en un bar cercano y al llegara a la vivienda, lo hizo totalmente enajenado -algo que la defensa presentará como atenuante del delito-.
Era ya tarde, casi de noche, cuando P. S. A. entró a la vivienda a través de la puerta del garaje, que estaba pegado al inmueble. Allí encontró la bombona de butano, a la que intentó prender fuego con un mechero. Acercó para ello la llama al tubo que conectaba la botella con el calentador del agua de la casa, pero no consiguió hacer estallar el gas, como era su intención, más allá de quemar un trozo de la goma.
Sorprendido por la Policía
Al ver el humo y el resplandor de las llamas, la hija del acusado alertó de lo sucedido a la Policía, que se presentó en la vivienda antes de que P. S. A. se hubiese marchado ya que, según la declaración del propio acusado, los agentes lo sorprendieron mientras metía la ropa en una maleta. Fue detenido por los delitos de homicidio e incendio, y al ser puesto a disposición judicial, el juez ordenó que fuese enviado de manera cautelar a la cárcel, donde ha permanecido hasta en los últimos dos años.
La defensa del acusado, representada por el abogado José Ignacio Quintana, insiste en la versión del intento de suicidio alegado por su cliente, por lo que ha solicitado al tribunal la absolución, al menos, en lo que se refiere al delito de homicidio.