El Tigre, acorralado

Al final, el pequeño accidente de tráfico de Tiger Woods se ha revelado como el detonante de una crisis mayor que ha puesto en peligro la supervivencia de su propio matrimonio. Acorralado por los medios y las sucesivas revelaciones sobre sus relaciones extramatrimoniales, la estrella del golf no tuvo más remedio que admitir ayer que había cometido ciertas «transgresiones» a la vez que entonaba el 'mea culpa' por haber «traicionado» a su familia.

La traición no es otra que haber sido infiel a su esposa, la modelo sueca Elin Nordegrem, con quien mantuvo una fuerte discusión minutos antes del accidente. En un intento de quitar importancia a la disputa conyugal, el abogado de la familia, que aseguró haber visto «todo lo ocurrido», declaró que las marcas en la cara de Tiger Woods fueron producidos por impactos dentro del vehículo y no por golpes previos ni posteriores al mismo.

El golfista optó finalmente por reconocer sus problemas con su esposa después de que la publicación 'Us Weekly' informara de que Jaimee Grubbs, una guapa camarera de 24 años, mantuvo una relación con el jugador de golf durante 31 meses, periodo en el que se vieron unas 20 veces para tener sexo. La chica, que pudo adivinar las enormes repercusiones y posibles beneficios de sus contactos con Tiger, explicó a 'Us Weekly' que posee fotos, grabaciones de conversaciones telefónicas y ardientes SMS.

En el comunicado difundido ayer en su página web, el jugador, considerado como el deportista más rico del mundo, con una fortuna superior a los mil millones de dólares (unos 664,5 millones de euros), pidió que se respete su privacidad. «He defraudado a mi familia y lamento estas infracciones con todo mi corazón. No he sido fiel a mis valores y al comportamiento que mi mujer se merece. No soy alguien sin errores y estoy lejos de la perfección. Estoy atendiendo mi comportamiento y mis fracasos personales a puerta cerrada», afirma Woods, quien, por otra parte, criticó la actitud de varios periódicos por haberle acosado a él y a su esposa «con la exposición de detalles íntimos» que no debieron haberse publicado.

La estrella ha prometido «luchar para ser una mejor persona y el marido y padre que mi familia se merece», pero también pidió a la prensa que lo deje en paz a partir de ahora.

Su negativa a hablar con la Policía sobre el accidente en el que empotró su coche contra una boca de riego alimentó la especulación de los medios de que realmente estaba escapando de su esposa Elin, supuestamente furiosa por la revelación de que tenía relaciones con una empleada de un club nocturno de Nueva York, Rachel Uchitel. Esa guapa jovencita dijo el martes al tabloide 'New York Post' que no era ni siquiera amiga de Woods y que nunca había tenido relaciones sexuales con él.

Pero ayer todo se precipitó cuando la revista de chismes 'US Weekly' publicó una grabación en la que Woods supuestamente le ruega a otra mujer -Jaimee Grubbs- que cambiara su identificación telefónica para poder ocultar la relación a su esposa.