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Carmen posa en su casa con la radiografía que muestra los tornillos que tuvieron que implantarle en el tobillo izquierdo. :: CRISTÓBAL
Jerez

«Desde el accidente ya no soy la misma»

Esta vecina denunció a la Diputación, titular de esta pasarela sobre la vía del tren, por las secuelas permanentes que le dejó el suceso Carmen Colón sigue a la espera de juicio tras su caída hace dos años en el puente de San José Obrero

MARÍA JOSÉ PACHECO
JEREZ.Actualizado:

Carmen Colón tiene en su tobillo la cicatriz de los 32 puntos que le recuerdan el accidente que sufrió hace ya más de dos años en el puente de San José Obrero, y que fue tan brutal que le provocó secuelas de por vida y una incapacidad permanente en la pierna.

Esta jerezana de 45 años es una víctima más, tal vez la que ha arrastrado complicaciones más graves, del mal estado de la pasarela que discurre sobre la vía del tren y une la barriada de San José Obrero en la que ella vive con la zona de Hipercor, y por la que a diario pasan miles de coches y personas que comparten un espacio «que no está adaptado para circular en vehículo, pero mucho menos para los peatones», como apunta Carmen.

En su caso, las caminatas por el puente solían ser frecuentes porque «me gustaba pasar al otro lado para irme a Hipercor a echar la tarde con los niños». Ella es uno de esos vecinos que han llegado a atravesar por la pasarela cargada con carritos de bebé y parándose cada dos pasos si un coche trataba de atravesar a la vez que los peatones.

Lo de cruzar por las vías, que muchos otros vecinos tenían como costumbre hasta que las obras del AVE lo han impedido, nunca fue muy del gusto de esta jerezana. «Lo intenté un par de veces, pero en una ocasión calculé mal el horario de la llegada del tren y cuando yo estaba pasando lo vi llegar. Fue un mal rato y hasta el conductor del tren me tuvo que pitar». «Desde aquel día decidí que pasaría por el puente, aunque tampoco fuera una opción demasiado segura».

Y un día ocurrió el accidente que le destrozó la pierna y le cambió la vida para siempre. «Desde entonces ya no soy la de antes, mi vida ahora es distinta porque el dolor no desaparece nunca y muchas veces me impide hasta caminar. Con lo que a mí me ha gustado siempre pasear», se lamenta.

Fue el 17 de mayo de 2007, en torno a las 13.00 horas, cuando mientras cruzaba por el polémico puente que tan descontentos tiene a los vecinos, y al tratar de esquivar a dos vehículos que circulaban muy rápidos y evitar ser atropellada, se apartó de un salto con la mala suerte de que resbaló y cayó, fracturándose el tobillo.

La lesión precisó que le implantasen ocho tornillos y una placa, que estuviera ingresada tras la operación más de una semana y que se enfrentara a más de siete meses de rehabilitación en los que no pudo ni salir de su casa.

Esta grave caída fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de Carmen, que decidió poner el caso en manos de un abogado y que optó por llevar a los tribunales a los responsables de la titularidad y el mantenimiento de esta pasarela en la que «hay socavones, asfalto desgastado, chinos sueltos, barras mohosas y poco estables y ni un sólo paso para que puedan cruzar las personas», explica esta afectada.

Así, su letrado descubrió que la administración competente era la Diputación provincial, que es la que tendrá que hacer frente a las acusaciones en un juicio que Carmen y todos los vecinos que la apoyan llevan esperando desde hace más de dos años.

Precisamente hace un par de semanas se fijó fecha para la vista en la Audiencia Provincial, pero al final se volvió a aplazar y están a la espera de que se establezca otro día para el juicio. Y en el transcurso de este litigio, lo que a esta vecina de San José le duele, casi más que las horribles punzadas de su tobillo, es que «ninguna administración se haya puesto en contacto conmigo para interesarse por la situación o que por lo menos hubiera dado los pasos oportunos para acabar de una vez por todas con la barrera que supone el puente», ése por el que ella nunca ha vuelto a pasar a pie.

En estos momentos, el final de esta pasarela está más cercano que nunca gracias a las obras de la Alta Velocidad, que supondrán la elevación del trazado ferroviario y la construcción de un paso inferior y viaductos que permitirán que de una vez por todas se derribe el puente. Lástima que para Carmen la demolición llegará tarde.