El negocio del sol se apaga

La fórmula del éxito tenía la dimensión de una placa de silicio. El auge de las renovables atrajo la inversión y el alquiler de grandes extensiones de terreno donde se ubicarían los huertos solares, que gozaban de una gran rentabilidad dado el generoso plan de incentivos aprobado por el Gobierno. El negocio del sol era una garantía segura en una de las provincias con mayor horas de luz, sin embargo se sumó tarde al carro.

El miedo a una posible burbuja forzó un cambio de la normativa que redujo el beneficio y lo condicionó a los cupos de potencia. Eso ha reducido el interés, ya de por sí afectado por la crisis. También resultaron afectados varias iniciativas impulsadas por la propia Diputación en Jerez y Barbate, que aún están pendientes de los trámites administrativos, tal como apuntaron desde la Agencia Provincial de la Energía. El principal objetivo de estos proyectos es la transformación directa de la radiación solar en energía eléctrica para dar suministro a pequeñas aldeas y viviendas aisladas y servir de soporte a la red eléctrica general con una fuente ecológica. El cambio normativo coincidió con el despegue de este negocio en la provincia. Hasta el momento la provincia cuenta con unos 50 megavatios conectados a la red, lo que la sitúa a la cola de Andalucía junto con Málaga. El total asciende a 664 en toda Andalucía, apenas la mitad de lo que preveían consultoras como DBK para este año.

Dada la situación actual, los empresarios piden que se faciliten los trámites para agilizar la instalación pendiente y el replanteamiento de proyectos que ya no resultan rentables sobre el suelo. Muchos se vieron afectados por las nuevas tarifas, que se empezaron a aplicar en octubre del año pasado. El recorte fue del 27%, lo que supuso que el kilovatio por hora pasó a costar de 45 a 32 céntimos, si la instalación se realiza sobre el suelo y 34 si es sobre una azotea.