Los integrantes de Improca mantienen las guardias de su local y las reuniones de la junta directiva. :: A. J.
PUERTO REAL

«Nosotros pagamos la crisis del 93»

Cerradas las puertas de los partidos políticos sobre compromisos «que no llegaron», han acabado por resignarse: «Ya no tenemos dónde ir» Los incapacitados de Astilleros barajan tirar la toalla ante las promesas rotas del PSOE y el PP

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Hoy toca reunión de la junta directiva de Improca, la asociación de incapacitados de la provincia de Cádiz. En la última asamblea ya avisaron que se iban a disolver: «Nos planteamos dar el portazo, pero la gente dijo que no», recuerda José Alcedo, el secretario, que lo sigue teniendo claro: «Para marzo, que es la nueva asamblea, lo volveremos a plantear, y si no sale otra junta, nos vamos».

Los primeros que se vinieron del Dique lo hicieron allá por 1988. Hoy la mayoría de los socios se mueven entre los 60 y los 70 años. El más joven ya ha cumplido los 63.

Improca se fundó a raíz de que allá por el año 1994 el Gobierno les retiró la excepcionalidad de no tener que pagar el IRPF, algo de lo que estaban exentos después de que se les hubiera reconocido la invalidez permanente total.

De diciembre del 93 a enero del 94, todo empezó a cambiar. «Entonces nos reunimos y formamos la asociación», recuerda José Alcedo. Llegaron a tener hasta 500 socios. Hoy quedan en torno a los 350, la mayoría de Bazán, Matagorda o de los astilleros de Cádiz.

Cuatro socios de la entidad presentaron en aquellos inicios una denuncia que se saldó de forma favorable. «Pero al cabo del tiempo dijeron que no», corta el buen camino Alcedo. Entonces se decidieron a presentar una demanda colectiva, aunque de manera individual, una a una. Y empezaron a llegar las negativas.

Ni siquiera en bonanza

«Los perjudicados del 93, los que pagamos aquella crisis, lo seguimos pagando en 2009», sentencia Candón. José Alcedo, como el resto de sus compañeros, se encuentra algo desengañado: «Ya son 15 años, y no hemos conseguido nada, ni siquiera en tiempos de bonanza económica; y si no lo hicieron entonces, ahora, con la crisis, menos».

«Hemos vivido 12 años en los que todos se han hecho ricos, y no han tenido ni un detalle», se queja el presidente de Improca. Miguel Perea, uno de los vocales, considera que en los 'buenos tiempos' hubo oportunidad, pero señala a un responsable directo de que la medida no se llevara a efecto: «El problema fue el ministro Pedro Solbes, que fue quien nos lo quitó, y luego no lo ha admitido», censura al hasta hace poco responsable de Economía del gobierno de Zapatero.

«Al principio todos los partidos nos querían ayudar», recuerda Perea. «Si el PSOE nos ha dejado tirados, el PP nos ha dejado igual de tirados», reparte.

Tuvieron en su día una reunión con el dirigente del Partido Popular Antonio Sanz, formación que por entonces no ostentaba el poder, y obtuvieron una respuesta que, con diferentes caras, siempre se repetiría: «Nos dijeron que si gobernaban lo quitarían». No lo hicieron. Luego volvería a ocurrirles lo mismo con las filas socialistas. Perea recuerda cómo viajaron hasta tres o cuatro veces a Madrid, de la mano de los parlamentarios del PSOE por Cádiz Salvador de la Encina y Rafael Román. Se iba a redactar una proposición no de ley que recogiera sus demandas, pero, según denuncia Cayetano Candón, aquel texto nunca llegó a pasar por la Mesa del Congreso.

«Teníamos nuestras esperanzas puestas en De la Encina y Román, pero ahora es que ni nos cogen el teléfono», se duele Perea.

Ni con Jordi Sevilla

La espina clavada que les hiere más hondo se remonta a 2003, cuando Jordi Sevilla, el por entonces responsable económico de los socialistas, se comprometió a atender a su peticiones en un documento cuya copia aún se mantiene intacta en los archivos de Improca.

Incluso llegaron hasta un tal José Luis Rodríguez Zapatero, que todavía no había alcanzado cotas de poder: «Estuvimos con él en Cádiz, antes de salir, y nos prometió que si salía lo quitaba», aporta Miguel Perea. Poco después rectificaría en el Palacio de Congresos de Cádiz.

Lo han intentado por último con el ministro y parlamentario por Cádiz Alfredo Pérez Rubalcaba, y tampoco ha dado resultado. «Hemos llegado hasta la extenuación de tanto viajar», dice ya cansado Cayetano Candón. «Con lo que estamos más dolidos es con que se nos engañara», se lamenta.

Cerradas las puertas de los dos partidos con posibilidades de gobernar, el presidente de Improca se encuentra en un callejón sin salida: «Ahora es que ya no tenemos ni dónde ir ni, con quién hablar».

«Estos 12 años todos se han hecho ricos, y no tuvieron ni un detalle».

«En la asamblea planteamos dar el portazo, y la gente se negó».

«Teníamos esperanzas en De la Encina y Román, y ahora es que ni nos cogen el teléfono».