Lo que no tiene nombre

De sobra es conocida esa tendencia que tenemos por aquí, a calificar de digno cualquier cosa que nos sale un mamarracho. Si una cosa se organiza a última hora, deprisa y corriendo y como para salir del paso -más de la mitad de lo que se organiza- decimos que por lo menos tenía dignidad, como si la dignidad fuera el último clavo ardiendo al que agarrarse. Ahora bien, cuando las cosas salen como cabría esperar, dejamos a un lado lo de la dignidad y directamente hablamos de éxito. El rodaje de 'Knight and Day', que tenía todas las papeletas para haber sido un rodaje «digno», fue un rotundo éxito porque la Alcaldesa pudo hacerse la foto con Cameron DIaz y Tom Cruise y porque al final la productora estaba dispuesta a lo que fuera con tal de irse de aquí -eso, al menos, parecía-. «La noche abierta» del pasado viernes, también fue un rotundo éxito porque según Juan Tovar hasta la Alcaldesa estuvo visitando los comercios, y eso, para qué vamos a engañarnos, parece que es un plus añadido a la iniciativa.

El resultado de la noche abierta no fue para tirar cohetes y eso que con la confusión del la noche blanca del Festival de Música había más de un despistado buscando ofertas en la Torre de Poniente y en la Casa del Obispo. Pero aún así, sus organizadores amenazan con celebrar no una, sino dos noches al año, mejorando -eso dicen- los exornos -qué les gusta la palabra- y la propia información sobre el evento que dicen que no estuvo a la altura -pues vaya-. Y lo llaman éxito. Bueno, también amenazan con volver a poner la pista de hielo -hace falta valor- en San Antonio. Y eso sí que no tiene nombre.