EE UU prepara las maletas para 2011
El presidente de Estados Unidos anuncia el despliegue de otros 30.000 soldados y confía en acabar la guerra en tres añosObama quiere demostrar que los norteamericanos no estarán en Afganistán «siempre»
NUEVA YORK.Actualizado:Prometió que no dejaría en herencia otra guerra a su sucesor y anoche deletreó cómo piensa evitarlo. En uno de los discursos que pueden definir su presidencia, Barack Obama pisó el acelerador en Afganistán al anunciar el envío de 30.000 soldados más y se comprometió a empezar la retirada en julio de 2011, según adelantaron fuentes de la Casa Blanca.
«Será el principio de la transferencia de responsabilidades, pero ¿cuánto tiempo llevará completarla? Eso lo determinarán las condiciones sobre el terreno», afirmó un alto funcionario que no quiso ser citado. El objetivo es demostrar al país y al mundo que «no estaremos allí para siempre, pero si los talibanes creen que pueden esperar a que nos vayamos en esa fecha, están interpretando mal las intenciones del presidente», advirtió. «Se trata de poner presión a todos los actores, pero no hay una fecha final».
Fuentes de la cadena CNN hablaban de tres años, fecha que coincidiría con la campaña de reelección de Obama, pero la fuente de la Casa Blanca aseguró que esa fecha no estaría en el discurso que pronunció Obama en West Point.
El mayor y más rápido despliegue de EE UU y la OTAN en Afganistán tendrá como objetivo «evitar que los talibanes derroquen al Gobierno y revertir el 'momentum' ganado en los últimos cuatro o cinco años». Los refuerzos intentarán dar espacio al Ejecutivo de Hamed Karzai para fortalecer los cuerpos de seguridad y de gobierno.
«Francamente, no es justo seguir pidiéndole a nuestras tropas, a sus familias y al pueblo estadounidense un compromiso de cinco o diez años para reconstruir esa nación», dijo a la CNN Dennis McDonough, jefe del gabinete de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. «El presidente reconoce que durante estos tiempos difíciles por los que pasamos en casa, y dada la enorme inversión que nuestra gente y nuestras tropas han hecho en Afganistán en los últimos ocho años, una ocupación sin final no va en nuestro interés ni en el de Afganistán», adelantó. «Lo que haremos es ponernos presión para cumplir en el futuro cercano. Le vamos a pedir más a los afganos, más a nuestros amigos paquistaníes y más a nuestros aliados de la OTAN y de otros países para asegurar que podemos lograr este ramillete de metas robustas que nos hemos propuesto».
La primera ronda de consultas telefónicas celebrada el lunes con los aliados tuvo que decepcionar a Obama. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se negó a enviar un soldado más, pero prometió mantener su contigente de 3.750 tropas y 150 policías el tiempo que sea necesario, dijo una fuente de la Casa Blanca a 'The New York Times'. En Gran Bretaña, el primer ministro, Gordon Brown, le ofreció los 500 efectivos más que ya había anunciado, con los que el batallón británico alcanzará este mes los 10.000 soldados. Hasta José Luis Rodríguez Zapatero, uno de sus más incondicionales, le respondió que tendrá que consultarlo con los grupos políticos y pedir aprobación al Parlamento. España sólo tiene mil efectivos, nada en comparación con los 68.000 de Estados Unidos, que con el nuevo destacamento llegará en verano a los 98.000. Los primeros en llegar serán los marines, que plantarán sus bases entre los campos de opio de Helmand.
«Ciertamente esperamos con ansiedad a la OTAN», reconoció el portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs. Obama enviará el viernes a Bruselas a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y al general Stanley McChrystal a presentar su alegato a los ministros de Exteriores de la Alianza, con la esperanza de poder arrancar algún compromiso más.