Numerosos locales se encuentran vacíos en el centro, a la espera de ser ocupados. :: JUAN CARLOS CORCHADO
Jerez

Ya nadie quiere abrir un negocio

Mientras numerosas empresas cierran, el Ayuntamiento ve mermados sus ingresos por la caída en la petición de permisos La crisis reduce a la mitad la tramitación de licencias en el área de Urbanismo

JEREZ. Actualizado: Guardar
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La crisis no está afectando sólo a las familias jerezanas. Las arcas municipales también están resultando particularmente perjudicadas por la coyuntura. Las causas de los números rojos del Ayuntamiento jerezano son muchas: enorme plantilla municipal con nóminas que suponen alrededor de ocho millones de euros mensuales en su conjunto; abultado déficit tanto del Consistorio matriz como de las empresas municipales; deuda con las empresas concesionarias y un largo etcétera.

Un agujero que resulta muy difícil de tapar si se tiene en cuenta que la recaudación de ingresos ha sufrido una merma considerable. La complicada situación económica lleva a muchos empresarios a plantearse si realmente es viable abrir un negocio en la ciudad. La Delegación de Urbanismo (antigua Gerencia) está poniendo de su parte, simplificando los trámites y agilizando en todo lo posible la concesión de permisos municipales en este sentido.

Del boom a la escasez

Pero no es suficiente. Si bien se logran amortiguar los efectos de la crisis, parar la ola es tarea casi imposible. Hay subsectores de actividades dentro del área de Urbanismo donde de las más de 300 licencias en años de pleno auge, se ha pasado a apenas la mitad en lo que va de 2009. Es el caso, por ejemplo, de negocios relacionados con la hostelería como bares y restaurantes.

Hay que insistir en la merma en la recaudación que esto supone para las arcas de la extinta Gerencia Municipal de Urbanismo -ahora delegación-, donde también se ha sentido el declive experimentado por la construcción y otras áreas.

La actividad económica comenzó a resentirse en otoño de 2007, aunque fue en el ejercicio pasado cuando empezó a notarse en la expedición de licencias. Sin embargo, todo parece indicar que éste va a ser el de peor comportamiento, ya que para el año próximo se confía en que llegue la recuperación.

De modo que al cierre de negocios en la ciudad de todo tipo se suma este parón en la instalación de nuevos, algo que afecta especialmente al empleo. Hay que tener en cuenta que las pequeñas y medianas empresas son precisamente las que más riqueza generan.

Mientras la recuperación se va acercando, la Delegación de Urbanismo lleva a cabo un arduo trabajo que ha dado numerosos frutos, quizá el más importante de ellos el de la aprobación del PGOU (Plan General de Ordenación Urbana), que tuvo que sortear mil y una dificultades hasta lograr la luz verde definitiva de la Junta.

La culminación de los trámites administrativos de la multinacional Ikea -que abrirá sus puertas en la primavera del año próximo- es otro de los grandes logros del área municipal que dirige Juan Pedro Crisol, mientras que la paralización de los trabajos del Palacio de Congresos -aunque se trata de una obra privada, es una infraestructura muy importante para la ciudad- es uno de los problemas más complicados.

Pero la prioridad absoluta es que la actividad económica renazca de sus cenizas, de ahí la gran cantidad de recursos que se están poniendo en marcha, tales como la ventanilla única. Se trata de facilitar la tarea a quien opta por arriesgarse en tiempos de crisis y de dejar el trabajo hecho para cuando remita.