«No debemos ser conejillos de indias con los molinos eólicos en el mar»
Antonio de María Presidente de la patronal de hostelería HorecaLos empresarios del turismo, dispuestos a hacer «lo que haga falta» para impedir esta instalación en la Bahía si existe impacto visual
CÁDIZ.Actualizado:El proyecto para instalar aerogeneradores en la franja de mar entre Chipiona y Rota continúa levantando ampollas y ahora es la patronal de hostelería la que toma la palabra. Los que viven del turismo prefieren no jugársela y su posición es tajante: «si los molinos se ven, no los queremos». Por eso, a la espera de que el Ministerio de Industria de el pistoletazo de salida para la presentación de proyectos candidatos a construir parques eólicos marinos en las zonas autorizadas de todo el litoral español, piden a la sociedad de capital mixto formada por la empresa Magtel Renovables, la Universidad de Cádiz y el Consistorio chipionero, que hagan una prueba piloto a la distancia que sugieren, de ocho a doce kilómetros, para comprobar si los veraneantes verán perturbado el paisaje por la presencia de los molinos.
-¿Cuál es la postura de la patronal de hostelería con respecto al proyecto Las Cruces del Mar?
-Hemos estado reunidos recientemente con varios miembros de la plataforma Por un Horizonte sin Molinos y a este tema se le puede aplicar eso de que la libertad de unos comienza donde acaba la de otros. Nosotros nos posicionaremos totalmente en contra en tanto en cuanto los molinos perjudiquen al turismo.
-¿Y en qué se basarán esos perjuicios al sector?
-Lógicamente en el impacto visual negativo. La provincia prácticamente ya sólo tiene al turismo como nicho de desarrollo y no podemos permitirnos el lujo de hipotecar un terreno durante 50 años. Nosotros siempre hemos defendido que de ubicarse en tierra, los molinos eólicos se alejen lo máximo posible de la franja litoral, y en el mar es inconcebible porque vivimos de nuestro paisaje.
-¿Ha mantenido alguna conversación con el alcalde de Chipiona, Manuel García, sobre este asunto?
-En su día hablé con él y le sugerí que se hiciera una prueba: traer una unidad, que ni siquiera ha de ser el molino tal cual, sino una carcasa y colocarlo a diez u ocho kilómetros o a la distancia que están proponiendo los expertos. Vayamos al hecho objetivo. Sólo así se podrá comprobar si se realmente se ve o no se ve. Si el impacto visual es negativo y los gaditanos no lo quieren que se los lleven a otro sitio. ¿Por qué tenemos que ser nosotros el conejillo de indias? ¿Por qué tiene que ser la Bahía de Cádiz la primera zona de España donde se instalen los aerogeneradores?
-El alcalde, sin embargo, defiende que en países como Dinamarca, donde las instalaciones off shore están bastante consolidadas, éstas se han convertido en un atractivo turístico objeto de visitas guiadas con barcos, exposiciones...
-¿Qué por los molinos va a venir más gente? Eso es una falacia. Quizás en el Mar del Norte sí, pero el turismo de la provincia de Cádiz no va a ser sustentado por eso. La presencia de los aerogeneradores, no sumarían, más bien restarían. Ojo, hablo del terreno turístico. Y nosotros no estamos en condiciones de perder nada. Lo que la gente quiere ver cuando está en la playa, o en un paseo marítimo, es la puesta de sol y el horizonte limpio, y si acaso algún barco, pero no 300 molinos dando vueltas. Claro que si no se ven, no habrá ningún problema.
-¿Y si finalmente el Ministerio de Industria concede la licencia para el proyecto?
-Si nos lo imponen por decreto, y repito, los aerogeneradores se ven desde la orilla, haremos lo que haga falta para impedirlo. Todo lo que sea necesario, porque no podemos consentir que se le haga daño a un sector económico del que viven tantos gaditanos. Por otro lado, también está el tema de la pesca. No estaría de más comprobar con seguridad las consecuencias.