Lobo hereda una Honduras en lucha
El ganador de los comicios anuncia un Ejecutivo «humanista y cristiano» para alcanzar la «reconciliación nacional»
Actualizado: GuardarLas urnas hablaron y designaron a Porfirio Lobo Sosa como nuevo presidente de Honduras. Con un 55,9% de los sufragios confirmado provisionalmente por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) Lobo cantó victoria. En su primer discurso garantizó «un Gobierno humanista y cristiano» y de «reconciliación nacional». «No es tiempo ya de más divisiones», sostuvo. Su principal reto será superar la división del país e internacional creada por el golpe de Estado contra Manuel Zelaya y convencer de que su llegada al poder es legítima. Hasta que asuma el poder el 27 de enero trabajará en un «plan de nación» para sacar adelante «un diálogo abierto, amplio, sin descartar a nadie». «Hace cuatro años no gané, pero cuatro años pasan rápido y aquí estamos. Hoy comenzamos una nueva era en la historia de Honduras, el cambio empieza hoy», agregó.
Su principal rival, Elvin Santos, reconoció pronto su derrota al obtener sólo un 38% de los votos. «Únicamente nos queda acatar esa voluntad y lo hacemos serenamente», admitió ante sus desilusionados seguidores.
Por su parte, el gobernante de facto, Roberto Micheletti, se ofreció para entregar el poder «sin condicionamiento alguno». Señaló que los hondureños «desafiaron, al igual que este equipo de Gobierno, la presión internacional, el miedo que sembraron los sectores radicales, la intimidación de los enemigos del pueblo y todo el odio plantado para impedir el ejercicio en plena libertad del derecho soberano de hacer respetar nuestras leyes».
Desde su 'exilio' en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, Zelaya, que lleva todas las de perder, insiste en que la cita electoral es ilegal porque él no fue restituido en el poder. El presidente derrocado el pasado 28 de junio insiste en recordar que el Gobierno golpista ha «inflado» los resultados. En su opinión, el barómetro de los comicios era la abstención.
Datos dispares
Pero en este apartado los resultados son totalmente dispares. Las estimaciones del Frente de Resistencia contra el Golpe la cifran en el 65%, mientras que el TSE lo sitúa en el 35%. Ateniéndose a los datos oficiales, la participación habría sido del 61,3 %, superior en un 10% a la que se produjo en 2005. Si se consideran válidos los números del zelayismo, 4,6 millones de electores se habrían quedado en casa.
Por esa razón, 'Mel' denuncia que el proceso «está lleno de vicios, no tiene legitimidad y debe ser anulado. Si Lobo obtuvo un triunfo es porque el golpe le dio esa posibilidad». También asegura que la jornada no fue tan tranquila como sostienen los golpistas y que hubo choques graves en San Pedro Sula entre sus seguidores y la Policía.
Lo malo para el depuesto gobernante es que, aunque dentro de la comunidad internacional sigue teniendo fieles defensores como los gobiernos de Argentina, Brasil, Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Guatemala y Uruguay, otros ya le han dado la espalda. El primero, Estados Unidos. El portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly, elogió ayer «el ejercicio pacífico de su derecho democrático a elegir a sus gobernantes». Reconoció que «queda mucho trabajo por hacer para restablecer el orden democrático y constitucional en Honduras, pero con las elecciones el pueblo dio un paso adelante necesario e importante».
Según Lobo, Alemania, Colombia, Costa Rica, México, Panamá, Japón, Italia, Suiza, Indonesia, Emiratos Árabes Unidos y Francia también han «expresado que van a aceptar nuestro proceso». La Unión Europea todavía no se ha pronunciado. Parece que el futuro conduce a Zelaya hacia un exilio en Nicaragua.