Los profesionales pasan hasta doce horas diarias en unas instalaciones que no reúnen las condiciones adecuadas. :: LA VOZ
Jerez

Los bomberos, obligados a apagar otros fuegos

Denuncian que el parque no se somete a reformas desde que abrió hace 15 añosLos funcionarios tienen que pintar, cambiar bombillas, arreglar tuberías y ocuparse de todo el mantenimiento

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Las cuatro paredes del Parque de Bomberos de Jerez esconden un trozo de la historia más reciente del Cuerpo y también vestigios de todo un pasado que se remonta a 146 años atrás. Las actuales instalaciones cuentan con apenas una quincena de vida que se vuelve eterna si se tiene en cuenta que en todo ese tiempo no han sido sometidas a reforma alguna.

Lo que en su momento fue moderno hoy en día se ha vuelto obsoleto y los profesionales tienen que hacer frente a una labor tan arriesgada e imprescindible como es la del bombero con unos recursos que dejan que desear. Un simple paseo por el retén lo corrobora, así como las palabras de los funcionarios que aseguran que en estos quince años al parque se le ha dado algún que otro «lavado de cara» y ahí acaba todo, por lo que el mantenimiento del recinto está corriendo a cargo de los mismos trabajadores.

Ellos son los que arreglan tuberías y puertas, cambian bombillas, pintan y cubren los desconchones, entre muchas otras tareas. Unos cuidados que sin embargo no están impidiendo que las cubiertas de las cocheras se llenen de grietas, los techos tengan roturas y humedades, los hierros se oxiden y el hormigón se caiga a pedazos.

«Lo que estamos haciendo nosotros -cuenta uno de los profesionales- es lo que cualquier persona hace en su casa para que no se deje morir». Con una salvedad fundamental: el parque no es propiedad de los bomberos sino su lugar de trabajo, donde por cierto pasan nada menos que doce horas seguidas (a excepción de cuando tienen alguna salida) los días que acuden a trabajar.

Necesidad de inversiones

«Al parque hay que echarle dinero -sentencia la plantilla- y ya le hemos dicho a la delegada que aproveche el Plan E, pues qué mejor sitio donde invertir que éste». Para ser justos, conviene recordar que el pasado año se acometieron algunas mejoras como la instalación de aire acondicionado, el arreglo de los cuartos de baño y la dotación de mobiliario para la cocina. Sin embargo, los bomberos se lamentan de que estas medidas se adoptaran sin que se les consultara, por lo que el resultado no fue el deseado, especialmente en lo concerniente a la cocina.

«Nos pusieron una vitrocerámica como para tres personas en un lugar donde comen catorce, por lo que tenemos que seguir utilizando un hornillo que es enorme. Los parques de otras ciudades tienen cocinas industriales, lo que se adapta mejor a nuestras necesidades, pero aquí nos tenemos que conformar con lo que tenemos». La polémica del frigorífico supuso la gota que colma el vaso, ya que el que tenía el parque estaba en tan malas condiciones que un colegio les cedió uno industrial para su uso y disfrute.

Esta nevera de dimensiones mayores respondía a las necesidades de la plantilla, pero su sorpresa fue mayúscula cuando el Consorcio se la retiró porque se supone que no cumplía ciertos requisitos, por lo que acabaron regalándola a Proyecto Hombre. Ellos, por tanto, han tenido que aceptar la que había anteriormente, que no les soluciona los problemas de espacio existentes.

Como recuerdan con decepción, hace unos años se barajó la posibilidad de trasladar las instalaciones a la Ciudad del Transporte, lo que conllevaría la construcción de un edificio nuevo con las prestaciones que demandan. Sin embargo, el proyecto se abortó sin que supieran muy bien las razones, lo que no hizo sino fomentar la sensación de abandono que persigue al Cuerpo de Bomberos de la ciudad.

Plantilla insuficiente

«Nosotros sentimos que el abandono es total, y que conste que no es por los jefes de aquí del parque, que lo intentan; la cosa viene de más arriba». Los funcionarios no pueden evitar referirse a una de sus demandas más antiguas, pues hace 50 años que no se modifica el número de bomberos del parque jerezano. Tras años de reivindicaciones, por fin consiguieron arrancar el compromiso del Consorcio de una mayor dotación de recursos humanos (30 personas más) dentro del convenio 2004-2008.

Este plazo expiró y no sólo no se incrementó la plantilla sino que tampoco hay visos de que vaya a hacerse a corto plazo, por lo que las negociaciones del convenio actual se han vuelto más complicadas que nunca. En este momento, las guardias las componen doce bomberos cuando lo recomendable es al menos 18, dada la dimensión poblacional a la que debe prestar asistencia el parque, lo que dificulta el servicio especialmente en situaciones de riesgo.