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El Masters de la caída de los grandes
El torneo de Londres ha confirmado que Nadal no se encuentra en su mejor forma justo a cuatro días de la final de la Copa Davis
LONDRES. Actualizado: GuardarEl «torneo de Maestros» concluyó con el encumbramiento del tenista ruso menos reconocido en su país, Nikolay Davydenko, con los interrogantes acerca del complejo sistema de puntuación de la «round robin»; y con la certificación de que el español Rafa Nadal continúa sin recuperar su «cien por cien».
El tenista manacorense mira ya sin distracciones a la Copa Davis tras zanjar una edición del Masters, el primero que se disputa en la capital británica, en la que no logró anotarse, tan siquiera, un solo set.
Le tocaron como rivales del Grupo A el serbio Novak Djokovic, número 3, vencedor de la pasada edición en Shanghai, y quien no logró defender su título; Davydenko, el primer ruso que gana un Masters, y Robin Soderling, el hombre que arrastra una reputación de pocos amigos dentro del circuito, y el primer sueco que logró acceder a una semifinal en esta competición desde que lo lograra Jonas Bjorkman en 1997.
Nadal no mostró su mejor versión y ante Djokovic, uno de los favoritos claros y tercera raqueta del mundo, el manacorense acusó molestias físicas y tuvo que ser atendido por el fisioterapeuta por un problema lumbar.
El número 2 se despedía del torneo sin haber logrado hacer un solo set frente a ninguno de sus oponentes. Él mismo admitió que «uno no siempre está al cien por cien y hay que aceptarlo».
Su paso por el 02 le sirve para medir su tenis al final de una temporada con el que él asegura que se siente muy satisfecho aunque haya echado de menos haber tenido «el esquema de juego un pelín más definido».
Centrado en la Copa Davis
Durante su paso por la carpa londinense, al balear se le ha oído repetir, por activa y por pasiva, que su aparente delgadez es un absurdo mediático.
«Yo peso exactamente lo mismo. Lo puedo decir en inglés (ironizaba en una de las ruedas de prensa). Igual es el cambio de 'look'. Yo llevo desde el 2005 pesando 85, 86 kilos -reiteraba Nadal-, y no me muevo de ahí, pero cuando uno gana parece que se ha puesto más fuerte. Y las cosas son mucho más simples». El número 2 mira ya a la Copa Davis, que enfrentará a España ante la República Checa en Barcelona.
Pero según su compatriota Fernando Verdasco, quien tampoco superó la «round robin» del Masters de Londres -donde jugó con Andy Murray, Roger Federer y Juan Martín Del Potro- en la Davis «se va a ver a un Rafa totalmente diferente». Y es que el de Manacor está decidido a recargar fuerzas de cara a la próxima temporada. «¿He perdido fuerza? No lo sé, a veces se te agota la batería y tienes que comprar pilas nuevas. Y es lo que haré de cara al año que viene -decía-, recargarlas. Trabajaré duro para recuperarme y estar al cien por cien».
Otro de los puntos que se abordó en prácticamente cada rueda de prensa con los jugadores del Masters fue el complejo sistema de puntuación empleado por la ATP para definir en la liguilla qué jugadores acceden a las semifinales, y que tiene en cuenta número de sets y de juegos si es necesario.
Ese método llevó, en ocasiones, a situaciones «extrañas» durante el torneo, a dilaciones a la hora de conocer quiénes eran los competidores que superaban la «round robin»; como fue el caso de un Del Potro que tuvo que aguardar 25 minutos en la cancha tras jugar con Federer para saber si se había clasificado -y dar tiempo a la ATP a hacer sus cálculos-.
Sobre ello han opinado casi todos. «Me pareció un pelín extraño tener que esperar para saber los resultados. Esto no es bueno para nadie», señalaba Rafa Nadal con relación a ese Federer-Del Potro.
El jugador argentino también mostraba una cierta sorpresa ante la situación y señalaba que sintió «una sensación bastante rara al no saber si estaba clasificado media hora después del partido».
Por cierto que ese duelo sentenció, a la vez, a un Andy Murray que no logró acceder a las semifinales.
Y si los británicos se quedaban sin su mayor aliciente, un Federer que corroboraba en este torneo su condición de número 1, se enrabietaba, casi, al tener que decir adiós al torneo.
También fue un Masters en el que un prácticamente desconocido Davydenko -al menos para el gran público-, un jugador que no superó el pasado año la final ante Djokovic en Shanghai, sorprendió a todos con un altísimo nivel.