Rafa Nadal

Ciertamente no ha sido una buena temporada para Rafa Nadal. Contabiliza 238 días sin ganar. Justo desde el Máster 1.000 de Roma. Problemas de salud, apuntan unos. Problemas técnicos, sugieran otros. Lo cierto es que no debemos olvidar que ha sufrido problemas en una de sus rodillas, lo que le ha restado efectividad, y en el último partido acabó quejándose de su espalda. Son cuestiones a tener en cuenta, y por ello su objetivo para la pretemporada será recuperarse de las molestias que disminuyen su estado físico e ir encontrando el feeling de su juego. Pero su eliminación en el Master de Londres ha provocado que muchos se pregunten si volverá a tener el nivel que le llevó a conquistar seis grandes y el número 1 del mundo. Es más, sus detractores sostienen que el ex número uno del mundo pueda hacer un buen papel en la Copa Davis frente a la República Checa, a disputar en Barcelona. Incluso algunos llegan a vaticinar que al no estar jugando a su máximo nivel hay posibilidades de que pierda. Su entorno, sin embargo, está convencido de que recuperará la confianza ganando partidos, que tarde o temprano volverá a adjudicarse torneos. Y si, como se dice, pasa que se le ha «agotado la batería, tendrá que comprar pilas nuevas, que es lo hará de cara al año que viene: recargarlas. Trabajara duro para recuperarse y estar al cien por cien. Yo no dudo un solo instante en que a Rafa Nadal aún te queda mucho tenis en su raqueta. Seguro que va a volver a darnos tardes de gloria a todos los aficionados al buen tenis. Lo demás, pura demagogia, gente que gusta hacer ídolos para luego apearlos de su pedestal; críticos que por hache o por be esperaban su caída (según ellos) para arremeter contra él. Nadal tendrá en la cita de la Copa Davis la oportunidad de renacer, de demostrar que nada ni nadie mermará su espíritu de lucha y que hará falta un huracán para quitarle del medio. No será ésta la primera vez que Rafa se enfrenta a la adversidad y es por ello por lo que, ni mucho menos, no es de locos apostar por él.