«El vino de Jerez te enamora al conocerlo»
Bodeguera y enóloga, esta mujer es una gran investigadora y amante de los caldos jerezanos que distribuye por todo el mundo María Isabel Estévez Puerto Directora enológica de las Bodegas José Estevez
JEREZ.Actualizado:Maribel, como le gusta que la llamen, tiene un currículum brillante. Se licenció en Ciencias Biológicas en Sevilla y es doctora por la Universidad de Cádiz (UCA). En Madrid hizo la especialidad de Enología -Tecnología, transformación y tratamientos-, a los que sumó cursos internacionales de viticultura y enología en climas cálidos y gestión de empresas vinícolas en Burdeos (Francia), hasta llegar a las famosas histaminas que investigaría en la Universidad de Insbruck (Austria), en Suiza y Alemania. En definitiva, acumula un rosario de cursos, publicaciones y seminarios por su gran amor: el vino. Habla de él, como deleite y se complace en introducirme en ese mundo de olores que deseo compartir con todos los lectores de LA VOZ, por eso desde ya, levantamos la copa de jerez por ustedes.
-Además de los negocios, ¿qué herencia les dejó su padre?
-Su capacidad de trabajo y de formar buenos equipos, eso es fundamental. Él tenía el don de saber rodearse de buena gente. Mi padre hizo grandes cosas porque era inteligente, pero también porque supo rodearse de un excelente equipo.
-Luego ha nombrado a su madre como la 'jefa'.
-Es que ella es fundamental y tiene un peso muy importante e influyente en la familia. Ahora mismo es nuestro vínculo de unión.
El mundo del vino seduce y te pide saber más, dice Maribel y añade que su personal está muy bien cualificado «todos los técnicos tienen dos carreras y si tienen una estudian otra. Son agrónomos, químicos, pero también enólogos». En la actualidad José Estévez S.A es el resultado de la integración de las siguientes compañías: Félix Ruiz y Ruiz, Marques del Real Tesoro Valdespino e Hijos Rainera Pérez Marín y M. Gil Luque.
-¿Cómo te sientes después de una cata?
-A veces me paso toda una mañana en bodega catando y es un día maravilloso, es como trasladarte a otro mundo. Me siento llena y feliz.
-Ustedes crían sus vinos con música. Cuénteme.
-Le ponemos un CD llamado Vid-Vino-Vida, hay dos temas muy especiales que se llaman 'Aires de mi bodega' e 'Iniciando la vida'. Como sabe, las levaduras de flor son las protagonistas de nuestros vinos. El vino de Jerez, es en parte, el resultado de la mezcla equilibrada de miles de componentes que este microorganismo es capaz de generar.
-¿Cómo lo consiguen?
-Para ello traducimos musicalmente las secuencias genéticas de la levadura de flor responsable de la crianza biológica y de la huella genética del fundador del Grupo Estévez. La idea partió de mi padre, una persona emprendedora que dedicó gran parte de su vida al vino de Jerez. Que creía en el trabajo bien hecho, en la profesionalidad y experiencia de las personas. En el desarrollo de nuevas ideas y proyectos, en la solvencia y rigor científico. En la iniciativa a la vez que en la intuición.
-¿Qué diferencias existen entre el catavino y la copa grande?
-El catavino es la copa recomendada internacionalmente para catar. Detectar defectos... y la que siempre se ha recomendado para el jerez como aperitivo, ya que éste lo tomamos normalmente de pié y es más fácil de sostener. Por el contrario si queremos seguir comiendo con jerez, lo ideal sería la copa tipo balón, de boca más ancha que permite introducir a la vez la boca y la nariz, se dignifica en la mesa y se puede apreciar más su complejidad. Yo creo que el jerez adquiere otra dimensión. Recomiendo probarlo.
-¿Se ha sabido transmitir las bondades del vino?
-Creo que no suficientemente. Por parte de los dos: bodegas y jerezanos. El propio bodeguero no ha sabido comunicar lo que ocurre en el interior de las bodegas, de esas catedrales del vino, como las llaman. Y el ciudadano no se ha interesado todo lo que debiera por conocerlas. Creo que el propio jerezano no sabe lo que está bebiendo cuando tiene una copa de fino en las manos. No sabe del largo, laborioso y trabajoso proceso que tiene hasta llegar a la copa.
-¿Habría que conocerlo mejor por dentro?
-Lo que sí es cierto es que el vino de Jerez, una vez que lo conoces, te enamoras de él. Es muy raro que una persona conozca nuestros vinos y que no le transmita algo. Hay que tener mucho cariño al vino y la manzanilla, hay que mimarlo. Durante todo el tiempo de su crianza está protegido por un velo de flor que es un ser vivo.
-Estévez tiene el triángulo: Jerez, Sanlúcar y El Puerto, ¿qué aporta al vino?
-Pues que tenemos vinos muy diferentes, fundamentalmente en Jerez, donde está la central, tenemos dos bodegas fundamentales: Valdespino y Real Tesoro, que no tienen nada que ver una con otra.
-¿Cuáles son las diferencias?
-Son dos filosofías distintas. Real Tesoro es actual, innovadora, con tecnología, pero sin dejar atrás la tradición. Su vino Tío Mateo es la imagen de la bodega. Es moderno, con solera, jovial, profundo... Luego está Valdespino, muy tradicional. Arraigada a lo genuino con vinos más de elaboración artesanal que proceden de un solo viñedo en la zona más alta de Jerez, el Pago de Macharnudo, con una edad media de unos 20 años. Con recolección manual y fermentación en botas como se hacían antiguamente y con procesos de crianza muy largos. Estamos hablando de soleras de diez criaderas.
Todo esto hace que los vinos sean profundos, complejos, de los llamados tradicionales. «Vinos consistentes y de mucha persistencia». La familia lo que pretende es mantener separadas esa dos formas de elaboración. Maribel Estévez disfruta «enormemente» de esa variedad, de su «maravilloso» y agradecido trabajo y de su formidable equipo con el que se quiere fotografiar.
-Sobre el consumo en los jóvenes, ¿cómo recomendarles beber vino con responsabilidad?
-Eso es una labor de la familia, ellos deben educar a sus hijos con sentido común y enseñarles a beber cosas buenas. Y darles a conocer el vino de Jerez. En casa de mis abuelos y de mis padres siempre se ha comido con vino. Mis hijos, tengo mellizos con 23 años, uno está terminado Ingeniero Agrónomo y el otro trabaja en Inglaterra y hacen lo que han visto. Consiste en beber con inteligencia.
-¿Y con el Consejo Regulador?
-Muy bien. El Consejo está haciendo todo lo que puede y la bodega Estévez colabora y lo apoya en todo aquello que aumente el conocimiento de los vinos de Jerez. Creemos que está haciendo una buena labor.
-¿Qué consejos les da a los jerezanos para que conozcan de verdad sus vinos?
-Que se acerquen a las bodegas, que se informen del proceso porque después le tendrán mucho más cariño a la hora de beberlo y comprarlo.
Del alma, su laboratorio, nos vamos al corazón, la bodega, según palabras de la enóloga y allí nos encontramos con el cuerpo y la personalidad de sus vinos. Recorremos la bodega de los vinos más viejos. Después nos detenemos un rato con los más nuevos. Abre el pesado portón y en el claro oscuro se perfila la figura de Tío Mateo y nuestras copas brindando por Jerez.