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Derbi con final anómalo
El visitante Abel Calatayud, muy activo durante el duelo, logró un tanto de enorme factura en el tiempo de descuento Cádiz B y Portuense empatan a uno en El Rosal
CÁDIZ. Actualizado: GuardarCádiz B y Racing Portuense se repartieron el botín en un encuentro marcado por las desfavorables condiciones meteorológicas. Y es que, si bien es cierto que el cielo concedió una tregua durante los 90 minutos, no lo es menos que se tuvo que retrasar casi media hora el inicio de la contienda entre ambos.
En los compases iniciales, los pupilos de Ángel Oliva tomaron el mando de la situación. El filial amarillo salió decidido a por los tres puntos y cercó el portal defendido por Ismael, que regresaba al once titular en detrimento del veterano Dani. Fueron los mejores minutos de un Cádiz B que, más por raza y tesón que por buen fútbol, tuvo la ocasión de adelantarse en el marcador, pero el propio Ismael y el travesaño lo evitaron ante remates de Bienve y Caballero.
Transcurrido el primer cuarto de hora, el conjunto local levantó el pie del acelerador y el partido entró en una insulsa dinámica. No en vano, el Portuense, que se empeñó en entrar por una anegada banda derecha, únicamente puso en peligro el marco cadista con una lejana falta de Lolo Prado que despejó Ricardo a saque de esquina, así como con un desviado remate de cabeza de Mere.
Con la llegada del segundo periodo, los hombres de Javier Manzano pasaron a controlar la situación con un juego más elaborado, aunque sus llegadas no ponían en demasiados aprietos a la zaga amarilla. De hecho, otro intento de Lolo Prado acabó en córner, previa intervención del cancerbero, en colaboración con el larguero.
Vibrante epílogo
Sea como fuere, ambas escuadras dejaron la emoción para los últimos compases. Sin ir más lejos, el Cádiz B volvió a tirar de empuje en el tramo final y buscó mediante balones largos la envergadura de Amarilla. En una de esas jugadas, los rojiblancos concedieron un saque de esquina que sirvió para que los locales se colocaran por delante. Corría el minuto 84 y Germán, libre de marca en el interior del área, remata con la testa a bocajarro ante la pasividad de la retaguardia racinguista.
Sin embargo, todo cambió en el minuto 94. Abel Calatayud, uno de los jugadores más activos del equipo visitante, apareció por la banda derecha y probó fortuna con un disparo que acabó sorprendiendo al meta Ricardo. El lanzamiento, no exento de calidad, dejó al filial con la miel en los labios ante la algarabía de los de El Puerto, que recuperaron un punto de manera milagrosa.