Pequeña guía de uso y disfrute para conocer la legislación sobre bingos ilegales

Si quiere evitar que una concentración de cartones, bolichas, amigos y familiares, en una peña o en la playa, se convierta en un delito sin pretenderlo, basta con conocer los contenidos básicos de la Ley. Es improbable que aparezca la Policía a no ser que haya ánimo de lucro durante un cierto tiempo, pero si alguien quiere cogerse el cartón con papel de fumar, tiene que seguir las siguientes normas. El precio máximo de la apuesta, sean uno o varios cartones, no puede superar los 20 céntimos. Curiosamente, el precio que suelen usar todos los bingos ilegales para maquillar la situación. Además, el importe total de lo jugado en toda la sesión diaria (en todas las partidas juntas) no puede superar los 41,60 euros. Los que se pregunten por qué esa cifra exacta y no otra, tienen una respuesta administrativa. Es el doble del jornal mínimo interprofesional. Ganar más del doble del sueldo diario mínimo en España se considera, legalmente, feísimo. En cualquier caso, montar un bingo ilegal puede acarrear multas, como mínimo de 30.000 euros, pero nunca penas de cárcel porque no está considerado delito penal. El que quiera saber más, puede consultar el Reglamento del Juego del Bingo de Andalucía, aprobado por Decreto 65/2008, de 26 de febrero (BOJA número 55, de 19-03-2008).