«Casi me suicido por el alcoholismo de mi mujer»

«He estado a punto de no poder contarlo, por dos intentos de suicidio». El alcoholismo también arrastra al entorno familiar, víctima indirecta de la adicción. «Yo era marino mercante, pasaba seis u ocho meses del año fuera. Un día llegué a casa y me di cuenta de que mi mujer se estaba convirtiendo en una borracha». Andrés sentía un miedo atroz cuando se embarcaba, pero la perspectiva de regresar, era peor. «No sabía lo que me iba a encontrar. Estaba cansado, desesperado. Mi suegro me dijo que la echara de casa. Pero ¿cómo podía echar a la mujer con la que compartía mi vida?». La puerta se abrió cuando ella pidió ayuda. «El alcohol deja a las familias hechas polvo. Yo me alegro por las personas que pueden consumirlo, pero que tengan en cuenta que todos los alcohólicos empiezan igual. Lo que no se sabe es cómo terminan».