El patrón del 'Alakrana', Ricardo Blach (izqda.), saluda a su llegada a los juzgados de Vigo para prestar declaración./ AFP
ESPAÑA

«Haced algo por el 'Ariana'», claman los marineros gallegos

Piden al juez Pedraz que acelere la ayuda al petrolero maltés, en el que están retenidas una mujer y una niña

VIGO Actualizado: Guardar
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Ocho voces diferentes pero un único grito desesperado: «¡Haced algo por la gente del Ariana!». Los marineros gallegos del Alakrana relataron ayer sus 47 días de cautiverio al juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz. Todos insistieron en que su historia «ahora es secundaria» y que lo importante son los rehenes que todavía siguen secuestrados por los piratas somalíes. Y sobre todo, la mujer y la niña ucraniana que desde hace seis meses están en manos de los criminales y a las que tuvieron ocasión de ver un día para constatar el maltrato continuo a que eran sometidas.

El patrón Ricardo Blach y los tripulantes Carlos Meira, Pablo Costas, Secundino Dacosta, Antonio Pérez, Manuel Crugeira, José Antonio García y Joaquín Fernández fueron interrogados durante casi tres horas por el juez y el fiscal Jesús Alonso. Al término de su declaración, ofrecieron una improvisada rueda de prensa en los juzgados de Vigo. En ella insistieron en un mensaje, el mismo que transmitieron al instructor y que el martes lanzaron los marineros vascos, que dieron la voz de alarma sobre la situación de la tripulación del Ariana, un petrolero de nacionalidad griega, tripulación ucraniana y bandera maltesa. «Ahora es el momento de preocuparse de otras personas que están en una situación todavía peor que la nuestra», explicó Blach.

Joaquín Fernández, que el 14 de octubre subió a bordo del Ariana para llevar gasoil y alimentos, tuvo un recuerdo emocionado para la cocinera, violada reiteradamente, y la niña de 12 años. «Jamás podré olvidarme», comentó al borde las lágrimas. El marinero, que aseguró que apenas concilia el sueño desde entonces, relató cómo sólo pudo estar con la mujer unos segundos, los suficientes para darle alguna medicina, fruta y unas raciones de atún pescado unos días antes de ser secuestrados. «Nos pidieron que las lleváramos al Alakrana», rememoró. «Soy padre y esa imagen de la niña, a la que vi a través de un ventanuco, la retendré para siempre», apuntó Fernández.

Las vejaciones

El patrón también recordó a otros secuestrados con los que el Alakrana tuvo contacto: la pareja de jubilados británicos formada por Paul y Rachel Chandler, apresados el 23 de octubre cuando navegaban en su yate, el Lynn Rival, rumbo a Tanzania y por cuya liberación los piratas reclaman siete millones de dólares.

Durante los interrogatorios, los marineros dieron todo tipo de detalles sobre las vejaciones que sufrieron. Según fuentes judiciales, aseguraron que los malos tratos aumentaron sobre todo cuando los piratas supieron por la prensa de la captura de sus dos compinches.

Relataron también las torturas psicológicas a las que fueron sometidos, como cuando «nos anunciaron que íbamos a llamar a nuestras casas para despedirnos. En esa situación, el que más o el que menos, se cagó», reconocieron sin ambages.

En Vigo, a diferencia de lo ocurrido en las comparecencias delos ex secuestrados en el juzgado de Guernica, no hubo críticas al Gobierno central. Los pescadores se deshicieron en agradecimientos a «todas las instituciones que se han sensibilizado y han luchado por nuestra causa».