Dolores Virués, coordinadora del IAM en Cádiz. / ROMÁN RÍOS
DOLORES VIRUÉS COORDINADORA DEL INSTITUTO ANDALUZ DE LA MUJER EN CÁDIZ

«Los niños son víctimas invisibles porque no pueden denunciar»

El IAM presenta un servicio de atención psicológica a hijos de mujeres que han sufrido la violencia machista

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Ayer se celebraba el Día Internacional contra la Violencia Machista y, un año más, las estadísticas sobre casos de mujeres víctimas de sus parejas siguen siendo dramáticas. Sin embargo, también afloran ese día la gran cantidad de medios empleados para luchar contra esta lacra. Ayer, Dolores Virués, coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer presentaba una nueva iniciativa, dirigida a la atención psicológica, no de las mujeres sino de sus hijos, casi siempre olvidados en las crónicas, las entrevistas y también en las estadísticas.

-Cada año el número de mujeres que fallecen y de denuncias parecen no decrecer ¿Hay realmente sensación de que se se puede acabar con esta violencia?

-La Ley contra la Violencia de Género fue fundamental y un hito histórico. Aunque nos seguimos reprochando que haya tantas mujeres asesinadas. Debemos por tanto seguir elaborando nuevas estrategias. Es cierto que este año hay menos mujeres muertas a manos de sus parejas, pero es que son 49 y no nos podemos conformar. Tenemos que aunar esfuerzos y trabajar aún más, para evitar que esos asesinos cumplan sus amenazas. Se lo tenemos que poner difícil y evitarlo. Se han puesto dispositivos de detección por GPS, se han reforzado las fuerzas de seguridad, se ha creado una unidad de evaluación de riesgos... Es decir, se crean nuevos dispositivos. Pero tenemos que hacer mucho más, no nos podemos sentir satisfechos.

-Cuando las víctimas recurren a estos medios, ¿se sienten protegidas?

-Cuando llegan a nosotros, las mujeres lo hacen con un gran miedo, pensando qué va a ser de ellas y de sus hijos. Pero tras esa inseguridad y esas dudas, cuando continúan el proceso judicial y personal, se convierten en otras personas. Lo difícil es restablecer ese orden, no sólo con ellas, sino también con quienes la rodean, especialmente sus hijos.

-El IAM inicia ahora, de hecho, un nuevo programa enfocado a la recuperación psicológica de los hijos de mujeres maltratadas. ¿Eran acaso los más olvidados?

-Las mujeres siempre han sido las primeras en ser tratadas, pero los niños a veces son víctimas invisibles, que están ahí, pero como no denuncian y no piden ayuda..., parecen pasar inadvertidos. Un adulto puede recomponerse antes y, aunque el daño psicológico de las mujeres dure toda la vida, son personas maduras para aprender de esa etapa. Pero a los niños, en su época de aprender, lo único que les han enseñado es algo que no debían haber visto nunca. Pienso en la responsabilidad tan grande que tiene ese hombre, que puede hacer que su hijo sea una persona sumisa o agresiva. Es imperdonable.

-Las estadísticas hablan de un aumento de menores de 21 años que denuncian ¿No ha calado la igualdad entre los jóvenes?

-Por desgracia, aún hay chicas adolescentes a las que no les importa que sus novios les den órdenes, les digan cómo vestirse, con quién salen o si deben escribir. Eso hay que romperlo, porque de ahí a la violencia hay un camino muy corto.