El adiós de una planta muy rentable
La plantilla vive su último día con impotencia por el cierre de un centro que había mejorado sus beneficios y que ha nutrido al resto del grupo
JEREZActualizado:«No hay derecho, y las administraciones no deberían permitir que una empresa rentable y con beneficios como ésta haya tomado esta decisión». Así de contundente se mostró ayer el presidente del comité de empresa de la planta jerezana de Saint Gobain-Vicasa, Antonio Alba, al valorar el final del conflicto y el pacto alcanzado sobre el ERE con la dirección de la multinacional, para la que tuvo duras palabras, y de la que dijo que «no ha dado nada y seguramente se va a beneficiar de este acuerdo». «Ojalá no se lleve nunca los beneficios de estos 112.000 metros cuadrados suelo», enfatizó el líder sindical.
Su impotencia, la misma que reflejaban ayer las caras de sus compañeros, es lógica si se tiene en cuenta que la fábrica jerezana seguía dando beneficios y mejorando sus resultados, sobre todo tras el último ERE que se aplicó en el año 2003, cuando se clausuró el segundo horno de la planta -el primero se apagó en 1986-.
Según los datos oficiales, ésos que la multinacional no ha dudado en dar a conocer, reflejan que las ventas han ido mejorando en los últimos años hasta el punto de que en 2008 se vendieron casi 10.000 toneladas más que en el año anterior, y la cifra final de vidrio comercializado (78.162 toneladas) superaba en casi 1.500 toneladas las previsiones realizadas por la propia empresa.
Para los trabajadores, la mejora en las ventas y de la competitividad de la planta en plena crisis económica se debe sobre todo al esfuerzo y el sacrificio de la plantilla jerezana, que en 2003 dio su visto bueno al ERE y se quedó con un único horno.
Sin embargo, Vicasa ha alegado para el cierre una excesiva saturación del mercado del vidrio, a lo que los trabajadores del Jerez le han respondido que ha sido la misma multinacional la que ha creado estos problemas inaugurando nuevos hornos en Alcalá de Guadaira y adquiriendo o abriendo nuevas plantas (Azuqueca de Henares, Zaragoza, Momblant, etc.). «Gracias a los beneficios de Jerez Vicasa llevó a cabo una política de expansión, y ahora acaba con la fábrica que las ha nutrido a todas», se quejaban ayer.
Claro que los representantes sindicales tampoco esperaban más de un «monstruo» como Saint Gobain, como la calificó Alfredo Suárez, de Fiteqa-CC OO, representante nacional en el sector del vidrio y cerámica y miembro del comité europeo de esta multinacional.
Así, Suárez recordó ayer en Jerez que esta empresa presente en 60 países y con 200.000 trabajadores ya ha llevado a cabo unos 15.000 despidos durante los últimos doce meses. «Destruyen empleo a ritmos forzados, y sólo en España han desaparecido 1.500 puestos en un año», recalcó.
Por eso, este representante sindical no pudo menos que recalcar que «tras el cuerpo a cuerpo con Vicasa, hemos salido fortalecidos con un gran acuerdo que ofrece las mejores condiciones a los que se marchan».
Eso sí, pese a los agradecimientos por el apoyo y a las felicitaciones generalizadas, también hubo un lugar para la crítica. Y es que Suárez lamentó ayer «la poca seriedad y la falta de compromiso» de la Administración central, en concreto del Ministerio de Industria, al que reprochó que «si se hubiera implicado más en la negociación aún podrían haberse mejorado más las condiciones, aumentando las prejubilaciones e incluyendo a los eventuales».
Precisamente a la docena de eventuales y empleados de ETT que trabajan en la fábrica y a las empresas auxiliares se refirió ayer José Manuel Trillo, que dijo que «no se pueden quedar olvidados», y para los que Pedro Alemán pidió «las mismas condiciones que en el caso de Delphi».