Montxo Armendáriz participó ayer en unas jornadas sobre cine y educación en valores. / MIGUEL GÓMEZ
MONTXO ARMENDÁRIZ CINEASTA JUVENTUD

«El cine debería estar más presente en las aulas»

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El cine es un medio poderoso para transmitir ideas y valores y sirve como reflejo de la sociedad. Transmite modelos culturales y es impulsor de nuevas tendencias. Como agente activo dentro de la industria cinematográfica, el realizador Montxo Armendáriz conoce bien la influencia y el efecto que pueden tener sus películas en el público. Ayer, el cineasta vasco visitó la capital para participar en unas jornadas sobre Cine y educación en valores, donde habló de los problemas de los jóvenes con la drogadicción, del uso que estos hacen de las nuevas tecnologías y la necesidad de un mayor compromiso con lo que se enseña en las aulas. «Los adolescentes quieren adquirir una identidad y unos valores, buscan modelos y no sólo los sacan del cine, también de la televisión, Internet y los videoclips», apuntaba el director de Silencio Roto. Armendáriz plasmó hace más de una década el espíritu de una generación de jóvenes burgueses en Historias del Kronen. «Eran chicos que no respetaban las normas, vivían al límite, consumían drogas... y ahora ocupan puestos relevantes». Para este realizador, la cinta venía a plasmar una realidad imperante a finales de los 80. «Esto se demuestra en que al presentar la película en Cannes, había más filmes que trataban este tema también», recordaba ayer Armendáriz. Sobre la juventud de ahora, el director de Secretos del corazón reconoce que sigue siendo igual de «hedonista». Es más, en la actualidad «se valen de las nuevas tecnologías, el móvil y las redes sociales, consumen más información y más imágenes».

Para terminar, Armendáriz puso como ejemplo de transmisión de valores en el cine la película de Clint Eastwood Gran Torino. «No sé cómo, pero es el único que consigue seguir haciendo un cine clásico pero a la vez postmoderno. Habla de valores y presenta a un héroe que lucha por algo».

En el turno de preguntas, uno de los asistentes recalcó la necesidad de incluir el cine en los programas escolares y de que los docentes se valgan de este medio como una herramienta más para educar y construir valores. Armendáriz coincidió en que «el cine debería estar más presente en las aulas», al igual que lo está desde hace varias décadas en países vecinos como Francia, donde el visionado de películas tiene la misma presencia curricular que la lectura de libros.

Por último, el cineasta coincidió con otra oyente en que los jóvenes poseen hoy los mismos principios que los adultos, lo que hace necesario replantearse el sistema de valores de toda la sociedad y no culpar de ello a los adolescentes.