Detenida tras arrojar a su recién nacido a un pinar, donde fue hallado muerto
La mujer, de 31 años, dio a luz en el baño de un bar y guardó al bebé en una bolsa para posteriormente tirarlo de camino al hospital
PAMPLONA Actualizado: GuardarUna mujer de 31 años, que dio sola a luz en un bar de Tudela (Navarra), ha sido detenida tras arrojar en un pinar a su recién nacido, que fue localizado muerto por la Policía Foral. Los hechos tuvieron lugar el pasado sábado, según ha informado el Gobierno foral en un comunicado, en el que ha precisado que a la mujer se le imputa un presunto delito de homicidio.
La mujer dio sola a luz en un bar de Tudela sin informar de este hecho a su marido, también presente en el establecimiento, y cuando éste, preocupado y sin conocer su embarazo, la llevó al Hospital Reina Sofía ella aprovechó un descuido para arrojar a un pinar próximo al bebé, que había ocultado en una bolsa de plástico. Se desconoce si el feto nació con vida, lo cual deberá determinará la autopsia que se le practica en el Instituto Navarro de Medicina Legal.
La mujer, vecina de una localidad próxima, fue puesta el domingo a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Tudela, que continúa con las investigaciones abiertas para esclarecer los hechos.
El marido desconocía el embarazo
Los hechos se conocieron en torno a las 14.00 horas del sábado cuando en el Centro de Mando y Control de la Policía Foral se recibió una llamada del servicio de ginecología del Hospital Reina Sofía de Tudela, según la cual un hombre había requerido ayuda para atender a una mujer, que presentaba signos de haber sufrido un aborto.
Ante las sospechas de su pareja de que podría haber hecho desaparecer el feto en la bolsa de plástico con la que había salido del baño del establecimiento hostelero, patrullas de Seguridad Ciudadana de la comisaría de Tudela iniciaron una búsqueda que permitió localizar en las inmediaciones al bebé recién nacido, muerto, a las 14.45 horas.
La mujer, que había quedado ingresada, fue detenida horas después y quedó custodiada por agentes de la Policía Foral, según la citada fuente que ha apuntado que tanto ella como su marido manifestaron que desde hacía varios meses padecía problemas de salud, de carácter ginecológico, y grandes dolores. Él señaló que desconocía que su esposa estuviera embarazada, mientras que la mujer indicó que esa mañana se había sentido indispuesta y que salió aturdida del establecimiento.