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TRIBUNA LIBRE

Violencia de proporciones globales

INÉS ALBERDI Directora Ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer
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Hace ya más de un año que asumí la dirección del Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem). He viajado y aprendido mucho y he tenido también la oportunidad de conocer gente muy diversa. A lo largo de este tiempo hay una pregunta que he ido escuchando en muchos lugares: ¿Es acabar con la violencia contra las mujeres una de las principales líneas de trabajo de Unifem? ¿Es un problema de proporciones globales?

La respuesta a estas preguntas es, desafortunadamente, un sí rotundo.

Numerosas investigaciones muestran que la violencia contra las mujeres es terriblemente común y que es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, además de constituir un obstáculo para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Hasta un 70% de las mujeres experimentan, a lo largo de sus vidas, violencia física o sexual por parte de algún hombre. La violencia contra las mujeres puede ser física, sexual, psicológica y de abuso económico y la encontramos en todas las edades, razas, culturas, niveles de riqueza y regiones.

En todo el mundo, tres de cada 10 mujeres han realizado forzadas sus primeras experiencias sexuales. En el Este de la República Democrática del Congo, la «capital mundial de la violación», han sido documentados, desde 1996, al menos 200.000 casos de violencia sexual, sobre todo contra mujeres y niñas. En Afganistán, el 87% de las mujeres sufre violencia domestica, lo que hace considerarlo como uno de los países más peligrosos del mundo para las féminas. La violencia de género también limita la habilidad de las mujeres de protegerse del VIH y el SIDA, siendo las jóvenes las que se encuentran en principal riesgo de contagio dado que representan, aproximadamente, el 60% de los 5,5 millones de personas de entre 15 y 24 años que viven con el virus.

Sin embargo, activistas de base y numerosas coaliciones internacionales han trabajado por cambiar la idea de que la violencia contra las mujeres debe ser un asunto privado. Según el Secretario General de la ONU, 89 países tenían leyes sobre violencia doméstica en aquel momento. La violación conyugal es actualmente un delito como mínimo en 104 Estados, y 90 países cuentan con leyes sobre el acoso sexual. Sin embargo, en 102 países no existen leyes específicas contra la violencia doméstica y la violación conyugal no constituye un delito en, al menos, 53.

Por lo tanto, pese a los progresos en el ámbito institucional y en las políticas públicas, la violencia contra las mujeres persiste globalmente. Unifem trabaja para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas y aborda su causa principal: la desigualdad de género. Mediante el apoyo a la creación de marcos jurídicos, el impulso de la prevención, la recopilación de datos y la adquisición de nuevos aprendizajes sobre el tema, Unifem trabaja cada día para poner fin a esta violencia. Estos esfuerzos se han multiplicado a través de campañas de promoción realizadas en colaboración con gobiernos, sociedad civil y el sistema de las Naciones Unidas.

Unifem lanzó el 6 de noviembre Di No - Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres. Esta innovadora plataforma multimedia cuenta y visibiliza acciones, poniendo así la atención en los esfuerzos que se están realizando para poner fin a la violencia contra las mujeres en todo el mundo. La iniciativa está diseñada como contribución, mediante la movilización social, a la campaña del Secretario General Únete para Poner Fin a la Violencia contra las Mujeres. De este modo, la respuesta es sí. La violencia contra las mujeres y las niñas es un problema mundial de proporciones alarmantes. Pero cada uno/a de nosotros/as puede ser parte de la solución y contribuir a su final.