
Vecinos y alcalde denuncian el parón de las obras de la carretera de La Barca
Aseguran que hasta ahora sólo se han abierto unas zanjas que suponen un peligro para el tráfico La Junta garantiza que el proyecto sigue adelante
JEREZ Actualizado: GuardarLos que recorren a diario el camino que une las poblaciones de Jerez y La Barca a través de la A-2003 han tenido que hacer frente durante años a todo tipo de peligros: escasa visibilidad, curvas arriesgadas, alto índice de accidentes, inundaciones y otras consecuencias del temporal... La carretera, de hecho, se ha convertido en la enemiga número uno de cientos de ciudadanos que acuden en la mayoría de los casos a trabajar y que temen dejarse la vida en ella.
Por estas razones, las obras de la vía constituían la crónica de un arreglo anunciado, ya que tras múltiples reivindicaciones y protestas era cuestión de tiempo que las administraciones competentes la remodelaran. En 2007, después de mucho batallar vecinos y Ayuntamiento pedáneo arrancaron el compromiso de la Junta de Andalucía de acometer las esperadas obras, poniendo incluso un jugoso proyecto sobre la mesa.
Desafortunadamente, las buenas intenciones se quedaron en el tintero y los interesados fueron testigos de continuos atrasos en el comienzo de los trabajos, hasta que por fin en junio del presente año la maquinaria se puso en marcha. A pesar de ello, la desconfianza ya había hecho mella en la comunidad que ahora asiste indignada a una paralización de las obras de las que nadie les ofrece explicación alguna.
Testimonios
LA VOZ ha podido hablar con varios vecinos de La Barca, entre los que se encuentra Julián Campillo, propietario de una parcela ubicada en la pedanía. Este ciudadano es uno de los tantos que transita diariamente por la citada carretera al igual que su esposa, de la que reconoce que incluso ha pasado miedo en algunos momentos. Campillo mostró ayer su indignación por la situación en la que se encuentra actualmente la A-2003, en cuyos lados se abrieron unas zanjas como tareas previas a la remodelación que, según él, ha quedado paralizada, pues ninguna maquinaria ni operario alguno aparece desde hace días por la zona.
«Lo único que han hecho es esbozar y abrir unos boquetes a derecha e izquierda, pero aún no le han metido mano en serio. El problema es que en estas circunstancias la carretera está más peligrosa que antes, y sólo el sábado hubo dos accidentes. Aquí circulan demasiados camiones y hace muchos años que deberían haberla reformado, pues en los presupuestos de 2005 ya estaba contemplado. Parece que nos estén haciendo la vida imposible».
En la misma línea se expresó el alcalde de la localidad, Roque Valenzuela, que aunque admitió desconocer la razón ratificó que «las máquinas están paradas». Además, insistió en el malestar y las continuas quejas vecinales ante el riesgo añadido que presenta ahora la calzada, cuya reforma se ha vuelto más necesaria que nunca. De hecho, informó de que se pondrá en contacto de manera inmediata con la Delegación provincial de Obras Públicas, con el fin de solicitar las explicaciones pertinentes y exigir que se reanuden los trabajos.
Versión oficial
Desde la Delegación, sin embargo, quisieron salir al paso de las críticas asegurando que las ejecuciones en ningún momento se han paralizado. Fuentes oficiales comentaron que «se continúa con el calendario previsto», si bien es cierto que algunos de los trabajos previos «no son evidentes para la población», y por tanto ésta no tendría por qué estar al día de su completo desarrollo.
Aunque estas fuentes confesaron que la incomodidad que a veces surge durante una obra de envergadura es inevitable, garantizaron que el proyecto se está llevando a cabo con el objetivo de provocar la «menor molestia posible» y siempre siguiendo el plan de seguridad estipulado en estos casos, en clara respuesta a los recelos de los ciudadanos.
La Delegación también recordó que a principios de noviembre la viceconsejera de Obras Públicas, María Felicidad Montero, visitó los trabajos y certificó el buen ritmo de los mismos, por lo que las denuncias en este sentido no estarían justificadas. Sea de una forma u otra, lo cierto es que existen muchas voces discordantes en la cuestión, y la última de ellas en salir a la palestra ha sido la de la presidenta de la federación Unión Rural, Ana Rosa Pérez, que aportó otra nueva visión al conflicto.
Según Pérez, efectivamente hace algún tiempo que la actividad brilla por su ausencia en el tramo incluido en el proyecto (24 kilómetros desde la salida de Jerez hasta El Chaparrito), algo que ella misma se apresuró a denunciar a la empresa encargada de la ejecución.
La explicación que recibió de la compañía, sin embargo, le dejó a un tiempo estupefacta y satisfecha, pues según le comunicaron la paralización de las obras (que así reconocieron), se debe a que se está reconsiderando el proyecto para incluir peticiones de los vecinos tan demandadas como el que incorporen un paso peatonal o un puente por el que se pueda transitar cómodamente de un lado a otro de la carretera.
Nadie pierde de vista, no obstante, que detrás de la historia también se pueda esconder un problema económico y el proyecto se haya visto ralentizado por falta de presupuesto, como contemplan la mayoría de los consultados.