Gran conocido de las fiestas populares. / LA VOZ
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Embestida de San Fermín

Veinte corredores navarros son requeridos por la productora para conducir la carrera de los astados por la calle Ancha

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Lleva dos días pendiente de cerrar la maleta. Dentro, la vestimenta blanca y el pañuelo y el fajín rojos. Los que se ha puesto en 22 ocasiones. Cada julio, en su tierra, Pamplona. No sabe de miedos cuando corre delante de un animal de 500 kilos, por eso espera ansioso la llamada para viajar a Cádiz. La ciudad le atrae tanto como la posibilidad de participar en el rodaje de una película de Hollywood. Aunque haya tenido que ser en la segunda intentona, la presencia de corredores procedentes de Navarra en la grabación de la cinta dirigida por James Mangold es ya una realidad.

Fermín Barón Lakuntza o Pitu, como se le conoce en la comunidad foral, es uno más de la veintena de repescados por Calle Cruzada para participar en la grabación del hasta ahora frustrado encierro gaditano. Con Knight&Day, volverá a ser protagonista de uno de ellos, después de la experiencia de Vejer, en 1995. «Estuvimos tres días en el pueblo y lo pasamos muy bien. En esa ocasión bajamos con toros navarros», recuerda.

Ahora le espera la manada de astados mansos que reposan aún en la finca La Martelilla de Jerez. «No tienen nada que ver unos y otros, aunque tratándose de animales puede pasar cualquier cosa», resume para responder a las dudas surgidas tras lo sucedido en la mañana del domingo por el centro de Cádiz. Aunque reconoce que la principal causa del susto vivido fue un fallo organizativo de todas las partes implicadas en el rodaje, Pitu apunta también al factor suerte. «Hay que tener, sobre todo, mucha vista y mucha más suerte. Lo importante es que los toros vayan bien arropados por los bueyes y por las personas. En cualquier caso, el buen corredor debe prever todo lo previsible», argumenta el veterano corredor.

La forma física importa, pero menos. Tampoco la rapidez. Así lo destaca Fermín que asegura compaginar la fiesta con los encierros a la perfección. Ante todo, sentido común. El que faltó el domingo. «A mediados de los 60 un toro rompió la valla en un encierro y formó un caos. Fue entonces cuando se adoptó la medida del doble vallado. Aquí se utiliza madera muy dura procedente del Pirineo Navarro», sostiene mientras cierra la maleta.

Como adelantó ayer LA VOZ, un grupo de corredores navarros -más de la mitad originarios de la propia comunidad- se sumarán a los que ya esperan en El Puerto a que comience el rodaje con las reses. Además de Pitu y otros reconocidos profesionales, se aguarda la llegada de uno de los más veteranos de Estafeta, Julen Madina.