La respuesta a una sentencia contra el Estatut enfrenta a las fuerzas catalanas
Montilla avisa de que no asumirá recortes y abre la puerta al cisma entre PSC y PSOE si el Constitucional rechaza aspectos básicos
BARCELONA Actualizado: GuardarLa sentencia sobre el 'Estatut' amenaza con incendiar el debate político en Cataluña, pues ninguna de las cinco formaciones que integran el arco parlamentario catalán se pone de acuerdo sobre la respuesta que deben dar ante el que ya parece casi seguro fallo negativo del Tribunal Constitucional. Que partidos e instituciones responderán al fallo está claro, pero lo que está por ver es si la reacción será será unitaria.
Aunque no es mucho lo que se sabe sobre el debate de los magistrados, parece descontado que el enunciado del término «nación», uno de los principios irrenunciables para las fuerzas catalanas, salvo el PP, se caerá del preámbulo del Estatuto. También se perfila inevitable que el tribunal no acepte una cuarentena de artículos, entre ellos, algunos tan emblemáticos como las referencias a los símbolos nacionales de Cataluña o al apartado lingüístico. Un 'cepillado' de esta naturaleza es inasumible para el tripartito gobernante, pero también para la opositora Convergencia i Unió.
El 'president' José Montilla abrió el fuego el pasado domingo con la advertencia al Constitucional de que una resolución negativa puede poner en peligro la misma Constitución y la concepción plural de España. Pero ayer fue, si cabe, todavía más contundente. Anticipó que su Gobierno no está dispuesto a «renunciar a defender ni a alcanzar ninguno de los objetivos del 'Estatut'» y declaró que tienen una «voluntad insobornable» para desarrollar el texto.
Montilla sostuvo que los techos de autogobierno establecidos en el 'Estatut' están fijados para que Cataluña pueda «prosperar nacionalmente». Reclamó, por tanto, «sentido de Estado y lealtad institucional» para con una ley aprobada por el Parlamento catalán, el Parlamento de España y los catalanes en referéndum.
El presidente de la Generalitat y líder de los socialistas catalanes hizo así caso omiso a las palabras de José Luis Rodríguez Zapatero. El secretario general del PSOE conminó al PSC, en la reunión de la ejecutiva federal de la pasada semana, a no mostrarse beligerantes con el tribunal durante sus deliberaciones y a que respeten su decisión. Con estas posiciones de partida, no parece arriesgado presuponer que el 'Estatut' está a punto de abrir un abismo entre Montilla y el PSC con sus 'hermanos' del PSOE. Como prueba de lo alterados que están los ánimos, el 'president' de la Generalitat dio plantón a Zapatero el domingo, en el mitin que organizaron los socialistas en Madrid para presentar a bombo y platillo su plan de economía sostenible. Montilla, además, replicó al presidente del Gobierno que no está en absoluto dispuesto a callarse ante la sentencia, aunque fuentes socialistas catalanas negaraban ayer que haya desavenencias.
Pero el tono y la deriva soberanista de los partidos se incrementan a medida que se acerca una resolución que lleva ya tres años pendiente en el Tribunal Constitucional. Sobre todo, entre los nacionalistas. El líder de CiU, Artur Mas, pronosticó ayer que el fallo es «inminente».
Esta inmediatez contrasta con una opinión muy extendida, tanto en Madrid como en Cataluña, de que el Tribunal Constitucional retrasará su decisión un año más para no influir en las elecciones autonómicas del otoño próximo, que se podrían ver distorionadas por una sentencia contraria.
El presidente de la federación nacionalista consideró además que la reacción del jefe del Ejecutivo autónomo es insuficiente. «Montilla tiene que concretar ya cuál será la respuesta del 'Govern' a un fallo negativo», reclamó Mas. «Es sorprendente -añadió- que a estas alturas, cuando él (Montilla) ya da casi por hecha una sentencia negativa, y si no no haría las declaraciones que está haciendo, aún no tenga definido este plan de acción».
Desgaste
El portavoz de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, atendió ayer a los dos frentes, el doméstico y el nacional. Transmitió a sus compañeros del PSOE que un fallo negativo del Constitucional «desgastaría» a ambas formaciones y «todos nos sentiríamos desautorizados» porque respaldaron con su voto el 'Estatut' en las Cortes y en en el 'Parlament'.
Iceta pidió a CiU que la respuesta a una sentencia contraria sea «lo más unitaria posible». Una idea que el líder de los nacionalistas compartió aunque propuso ir más lejos de lo que establece el texto estatutario y reclamar el régimen de concierto económico, como Euskadi y Navarra, y la gestión aeroportuaria.
También los otros dos socios del tripartito gobernante, Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya, discreparon sobre las estrategias que deberían seguirse. El republicano Joan Ridao aventuró que el rechazo del Tribunal Constitucional al 'Estatut' creará «una fábrica de soberanistas» en Cataluña.
El dirigente de Esquerra Republicana abogó por una respuesta soberanista que rebase los límites constitucionales. Joan Herrera, de ICV-Els Verts, propuso, en cambio, replantear la Constitución para que el texto estatutario tenga encaje legal.