Medio mundo contra los piratas
BILBAOActualizado:El despliegue militar de la UE en el Golfo de Adén y la porción de Océano Índico situado frente a las costas de Somalia no impedirá que 2009 se cierre como el ejercicio con más ataques piratas de las últimas décadas, un momento histórico que ha conocido el resurgir del viejo filibusterismo al calor del dinero fácil y de la ausencia de una autoridad que pueda hacerle frente en el Cuerno de África.
El año se cerrará con cerca de 200 ataques en Adén y Somalia, frente a los 63 de 2008. Pero, según el mando de las fuerzas internacionales, en lo que habrá contribuido el dispositivo militar es en la misión de hacerles fracasar. Antes de la operación Atalanta uno de cada tres ataques piratas era exitoso. Ahora la proporción se ha reducido a uno de cada seis. Este año, pese a ello, se han contabilizado 32 secuestros efectivos, con 533 tripulantes cautivos, según la Oficina Marítima Internacional. Doce barcos permanecen aún hoy en manos de los piratas.
El aumento de la actividad pirata en el Índico llevó a los 27 a crear en diciembre de 2008 la operación Atalanta, la primera misión naval que afronta de forma conjunta.
La Atalanta fue un salto cualitativo. Se sumaron a ella una decena de países europeos y anunciaron su colaboración EE UU, China o Japón. Obtuvo una inyección económica de 8,3 millones de euros previstos para el primer año. Y reunió 42 medios aéreos y marítimos de los países miembros junto a un contingente de unos 1.200 soldados.
En los primeros cinco meses de misión se capturó a 52 piratas y se colaboró en la detención de otros 22. Los apresados directamente por las fuerzas europeas fueron puestos en su mayoría a disposición de las autoridades keniatas, país con el que se firmó un acuerdo para juzgarlos. La misión naval tenía como fecha de caducidad el 12 de diciembre, pero ha sido prorrogada otro año más.
¿Está siendo efectiva la misión europea, a la vista de que las capturas que se siguen produciendo? Los armadores españoles han sido muy críticos con el despliegue. De hecho, tan poco han confiado en él que han embarcado ex militares en sus pesqueros, convencidos de que son más útiles cuatro hombres a bordo armados que un millar desplegado en una superficie que es tres veces el mar Mediterráneo.