El Industrial acusa su falta de pegada y vuelve a perder

El Jerez Industrial no levanta cabeza. Cuesta abajo y sin rumbo alguno se pudo ver ayer a los futbolistas blanquiazules que cosecharon la quinta derrota de forma consecutiva ante un rival directo, Moratalla, que le sirven los tres puntos para salir del descenso y dejar más hundido al cuadro de la copa y la venencia, que tras la disputa hoy del resto de la jornada se podría colocar como farolillo rojo de la tabla.

Un partido que tuvo de todo. Tevenet, nuevo entrenador, estuvo en la grada, los futbolistas hicieron una sentada nada más arrancar el encuentro durante 20 segundos, Fali y Arias tuvieron que ser trasladados al Hospital de Jerez tras un fuerte choque y la afición estuvo con el equipo, salvo ciertos momentos en el que los nervios salieron a relucir.

Con todo esto arrancó el fútbol, aunque durante los primeros cuarenta y cinco minutos tampoco fue como para tirar cohetes. A pesar de todo, los futbolistas locales salieron enchufados y a los dos minutos Ione empalmaba un balón que el portero visitante enviaba a córner. Los industrialistas le echaban casta, aunque se convertía en un querer y no poder. Sigue negado de cara al gol en los últimos compromisos y ayer fue otra nueva prueba de ello. Y es que cinco partidos seguidos sin ver portería son muchos sin marcar.

Ricardo García, que ayer se sentaba por última vez en el banquillo, hacía algunas variaciones en el once del equipo, salvo en la zona defensiva donde volvió a apostar por Julio, Bornes, Ione y Fali. En la medular, el empresario sevillano dio entrada a Jorge Herrero junto con Manu, ayudado en las bandas por Vázquez y Bello.

Juan Carlos, sin convocar

Por su parte, para la media punta apostó por Adrián Martín, mientras que la lesión de Barreiro dejó el puesto a Orife. Juan Carlos se quedó por segunda semana consecutiva fuera de la convocatoria, al igual que Rafa Caro y los jugadores lesionados, D'Jyli, Benítez y Manu Barreiro.

Con este planteamiento sobre el terreno de juego, el Industrial fue perdiendo fuerza con el paso de los minutos y el Moratalla se fue quitando la presión, lo que provocó aproximaciones con peligro contra la portería de Alberto. Tanto es así que al tercer aviso llegó el gol. Antes, en el minuto ocho, Javi Rosa disparó desde la frontal y el cuero se marchaba fuera por poco. En el 18' era Topo quién se sacaba un buen disparo con la zurda que Alberto tenía que despejar a córner. Cinco minutos más tarde no iban a perdonar. Un balón suelto fue golpeado por Arias, golpeó en Parches y se marchó al fondo de la red. Con el tanto en contra se escucharon algunos pitidos de la afición. «Los jugadores no sienten el escudo» o «hay que correr más». La hinchada espoleó a los suyos en buena parte del partido en busca de un tranquilizador triunfo.

Susto en La Juventud

Hasta el descanso poco más, salvo un gol de Orife en el 41 que no subió al marcador por fuera de juego.

En la reanudación del partido Ricardo dejó en el banquillo a Jorge Herrero y entró Selu para tratar de meter más velocidad por banda. Pero sin duda el momento más sobrecogedor de la segunda parte y del encuentro llegó en el minuto 50 cuando Fali y Arias chocaron fuertemente en el centro del campo quedando los dos, por momentos, algo aturdidos por el gran impacto. Los dos futbolistas tenían que abandonar el campo, tras cinco largos minutos de tensa espera, donde se llegó a temer lo peor.

Tras el susto se reanudó el partido y el juego desapareció del campo de La Juventud. El Moratalla se dedicó a guardar el marcador y realizó constantes pérdidas de tiempo, mientras que los industrialistas se fueron arriba descaradamente en busca del empate, que nunca iba a llegar. Y eso que Bello llegó a disponer de una buena oportunidad tras un pase servido al hueco que le dejó sólo ante Valerio, aunque lo mandó fuera de los tres palos.

La chispa del Industrial se apagaba y aunque el Moratalla estaba encerrado en su propio campo, la falta de recursos, la apatía y, en general, todos los problemas por los que atraviesa el club, dejaba una nueva derrota. Ahora llega Tevenet, ¿será la solución?