Fútbol apañado
Actualizado: GuardarL a operación dirigida por la Fiscalía de Bochum, en Alemania, contra la que se perfila ya como la mayor trama de corrupción en torno a las apuestas futbolísticas destapada hasta la fecha en Europa deja al descubierto unas irregularidades de tal envergadura que emponzoñan la limpieza del conjunto de este deporte. La sospecha de que al menos 200 partidos fueron amañados con pingües beneficios para los miembros de la red apunta a un envilecimiento organizado que habría conseguido penetrar en un amplio terreno de juego: según las investigaciones ahora reveladas, que han llevado a la detención de 15 personas, la manipulación de los resultados mediante sobornos y el posterior enriquecimiento logrado con las apuestas se ha extendido a nueve países -entre ellos, la propia Alemania-, afectando a competiciones internacionales como la Liga de Campeones, a ligas nacionales, a categorías juveniles y hasta a choques amistosos. Un despliegue corrupto y corruptor que no sólo evidenciaría, de confirmarse, una temible capacidad de penetración y operatividad; también pondría de manifiesto un grado suficiente de sofisticación como para haber llevado tan lejos las irregularidades y prácticas ilícitas que periódicamente salpican el mundo del fútbol y que en estos momentos se verían favorecidas por el recurso a las nuevas tecnologías; en concreto, por las facilidades para apostar por Internet con la sensación de impunidad que propicia operar en un espacio en el que las infinitas posibilidades que ofrece no se ven contrarrestadas aún por unos niveles de control suficientes. Tanto la colaboración de la UEFA en la desarticulación como la de la asociación European Loteries apuntan a la existencia de un fenómeno que puede arraigar y generar bolsas de fraude que deben prevenirse y erradicarse.