Carta abierta a la delegada de Educación

El Equipo Directivo del IES Caleta Cádiz tomo la decisión de imponer la sanción disciplinaria a nuestra hija de cinco días lectivos de expulsión del centro, teniendo que conocer el contenido del parte y las versiones tanto de nuestra hija como de todos los implicados siempre teniendo en cuenta el entorno, el momento y como ocurren los hechos. Hay que añadir que al rato del suceso, arrepentida, pidió perdón llorando desconsoladamente. Que en la agenda del alumno no hay ni una sola nota informativa del profesorado a nosotros sus padres. Como tampoco respuesta ni firma de nuestros comunicados hacia ellos.

Al respecto, como padres, nos parece justo que por igual se realicen sanciones a cualquier alumno que incumplan las normas del centro y que nuestra hija ha recibido su correspondiente castigo en casa por lo ocurrido, pero como expresé al director y jefe de Estudios. Sin dejar de darle la razón a la tutora, la medida es excesiva y desmedida.

Según el director, la clase en general es conflictiva y todos los alumnos tienen partes acumulados. En mi opinión, al final mandarán a todos los alumnos a su casa expulsados y los profesores podrán dedicarse a trabajar con su portátil en clase. Aunque puede que no lo hagan por temor más a los padres que a los propios alumnos.

Cierto es que el curso pasado nuestra hija le fue mal en el IES, pero este curso ha empezado con otro, talante mejorando sustancialmente en todos los aspectos, asistencia, estudio y aptitud, aunque aun le queda mucho por superar sobre todo controlar su carácter y tono al expresarse. Nosotros, los padres, aceptamos un seguimiento por parte de Servicios Sociales del Ayuntamiento, psicólogos y centro para ayudar a nuestra hija, que está dando buenos resultados. Por eso, la opción de la expulsión por este suceso en nuestra opinión carece de justificación. Máxime en el caso de una alumna que necesita ayuda de todos los sectores empezando por sus padres no merece que la expulsen una semana por lo ocurrido.

No hablo por hablar. Después de 14 años trabajando como conserje en un colegio público y conocer el trabajo docente del profesorado y ver lo que he visto de alumnos conflictivos. Nosotros los padres, por lo que hablamos con nuestra hija y conocemos del exterior, como ya sabemos cómo funciona la Inspección y el resultado de cualquier consulta o queja lo mejor es cambiarla de centro. Así se lo rogamos a la señora delegada de Educación con el fin de evitar males mayores, ya que al final a la única que perjudicara seria a nuestra hija.