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La guerra de grupos de distinta ideología atemoriza a Moscú
El odio entre los grupos de jóvenes se cobra dos vidas en cuatro días
CORRESPONSAL. MOSCÚ Actualizado: GuardarTal vez sea un cúmulo de cosas, la crisis económica, el aumento de la corrupción o el pucherazo habido en las municipales del mes pasado, pero en Moscú, la ciudad más próspera de toda Rusia, se palpa la tensión. Conatos o fogonazos aislados que presagian una gran explosión se producen de vez en cuando, pero esta semana se ha llevado la palma. En la capital ha estallado una auténtica guerra entre jóvenes de ideología ultranacionalista y antifascistas. El lunes murió de dos tiros en la cabeza Iván Jutorskói, de 26 años, uno de los líderes del movimiento Antifa, de orientación anarquista. El asesinato, perpetrado el jueves por la tarde, del párroco de la iglesia de Santo Tomás, Daniil Sisóyev, en el barrio moscovita de Sabúrovo, se relaciona con la misma ola de violencia.
Según el portavoz del Departamento de Interior, Víktor Biriukov, la chispa saltó el fin de semana, cuando cerca de un centenar de enmascarados atacaron con barras de hierro las sedes de las organizaciones juveniles Nashi (Los Nuestros) y Guardia Joven, consideradas ultranacionalistas y fuertemente vinculadas al Kremlin. Se cree que el asesinato de Jutorskói fue la respuesta.
Los enfrentamientos entre activistas y los ataques a sus locales han continuado durante toda la semana, a los que se habrían unido esporádicamente ciudadanos de las repúblicas del Cáucaso Norte, por lo general musulmanes. Ellos han sido el principal blanco de las agresiones racistas de los últimos años. Alexánder Belov, dirigente del Movimiento en contra de la Inmigración Ilegal (DPNI), de tendencia abiertamente xenófoba, sospecha que detrás de la muerte del sacerdote ortodoxo está el Consejo de Muftís ruso (clérigos jurisconsultos del islam).
Alexánder Belov anunció que quienes faciliten información sobre los posibles asesinos de Sisóyev recibirán una recompensa de 100.000 rublos (unos 2.300 euros), pero señaló que la suma aumentará «a medida que otros patriotas hagan también donaciones». Según las agencias, el párroco de Santo Tomás «mantenía una postura crítica hacia el mundo musulmán» y, al parecer, había sido ya amenazado de muerte. Durante el atentado, resultó herido Vladímir Strelbitski, maestro del coro.