fútbol | primera división

El Madrid vence al aburrimiento

Un solitario gol de Higuaín y un error arbitral dieron el triunfo al conjunto blanco ante un pésimo Racing (1-0)

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Real Madrid cumplió y venció al Racing, pero nada más. Es decir, el fútbol brilló por su ausencia en el Bernabéu en un partido insulso, tedioso y al que sólo la incertidumbre en el marcador dio emoción. Los blancos se aferraron para sacar los tres puntos al gol de Higuaín y al árbitro, que anuló un tanto legal de un Racing plano, pésimo, sin ideas, que apenas ofreció resistencia, que bailó al ritmo del Madrid, pero que debió irse con un empate.

El Racing regaló la posesión del balón al conjunto blanco, que apenas tuvo que esforzarse para generar ocasiones de gol. Tras un comienzo algo espeso, con demasiado toque estéril en el centro del campo, una ocasión de Luis García despertó a los 'merengues'. Xabi Alonso respondió con un tiro desde la frontal que se estrello en la madera. Arbeloa hizo lo propio con un centro que se envenenó

Sin embargo, el jugador que mayor sensación de peligro generaba era Kaká. El brasileño estuvo muy participativo, con libertad para moverse por todo el campo, lo que sirvió para conectar la línea medular con los delanteros. Precisamente, una jugada del ex milanista por la banda derecha culminó en con un centro mal despejado por el guardameta racinguista que aprovechó Garay para dejar el gol a Higuaín en bandeja. Una vez más, el argentino demostraba su eficacia. Todo lo contrario que su compañero Benzema, peleado con el gol y que desaprovechó varias ocasiones.

Los cántabros intentaron reaccionar, pero Munitis ya no es el jugador eléctrico y dinámico de antaño, Colsa siempre fue un jugador muy limitado, Luis García es un caso para el estudio parapsicológico y Tchité no puede luchar contra el mundo él sólo. Por tanto, la respuesta de los de Portugal nunca llegó. El Madrid, sorprendido por la nula oposición, se dedicó a dormir el partido.

Sin control

Tras el descanso todo siguió igual. El Racing era incapaz de generar fútbol y el Madrid se conformaba con el marcador. De vez en cuando se producía alguna acometida del activo Drenthe, o algún lanzamiento de Kaká o Benzema. Sin embargo, según transcurrían los minutos, el público del Bernabéu se impacientaba al ver cómo el Madrid jugaba con fuego y permitía contras del Racing con superioridad numérica. Pellegrini dio entrada a Raúl por Benzema, pero la presencia del capitán blanco en nada varió el curso del partido.

A falta de doce minutos para el final, el árbitro se erigió en protagonista al anular un gol a Canales por un inexistente fuera de juego que habría supuesto el empate del Racing. La emoción se mantuvo hasta el último segundo por la incapacidad del Madrid de controlar el partido, aunque la meta de Casillas no se vio amenazada de nuevo.