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Evocaciones a golpe de martillo
'Guerreros y toreros' deconstruye las esculturas de Miguel Berrocal , que se exhiben por primera vez en Cádiz
CÁDIZ Actualizado: GuardarEl concepto de monumentalidad cobra vida en los jardines del castillo de Santa Catalina. Al cruzar su patio central dos bustos colosales miran al cielo insolentes. Uno de ellos, el Torso de Luces, muestra la belleza de la anatomía y la fuerza de las líneas y formas. Una buena parte de la obra de Miguel Berrocal, concretamente fechada en la década de los 80, se exhibe desde ayer en la fortificación militar. El legado del escultor malagueño por fin se deja ver por Cádiz.
En esta ocasión, Guerreros y toreros expone una nueva cara de su producción, al deconstruir las distintas esculturas y mostrar al curioso espectador la filosofía que se esconde en el ensamblaje de las diversas piezas. El artista rompe con las premisas escultóricas y lanza una nueva mirada a la estatuaria clásica. Una mirada que bucea a modo de instrospección en el alma de la obra de arte y en la del propio artista.
La exposición se divide en dos partes: Los Almogávares y El Diestro. En el primer caso, diez piezas sublimes de bronce evocan el destino y las hazañas de bravos guerreros. «Todo nace de una serie de yunques, los cuales, ya de por sí son una escultura», apunta Carlos Berrocal, el hijo del artista.
Todas estas piezas fueron rescatadas por su padre en las forjas artesanales de las Ardenas, en Bélgica. A Berrocal le fascinaron la belleza y presencia plásticas de estos yunques. Los compró y se los llevó a su propio taller, donde los usó para integrarlos dentro de su obra.
Este trabajo recuerda la labor artesanal en la forja del hierro. El artista dialoga con el material, le da forma, corrige sus imperfecciones y lo moldea a merced de sus deseos. Así, hasta conseguir miles de evocaciones a golpe de martillo.
Varias imágenes lenticulares completan esta primera parte de la exposición, donde puede contemplarse el ensamblaje de las distintas piezas. Las partes que dan sentido al todo. «El objetivo de usar este recurso era trasladar la desmontabilidad de la escultura de Berrocal, que siempre se había expuesto montada», aclara su hijo, que trabajó con él en el taller durante años.
Amor por la tauromaquia
La segunda parte de la muestra está dedicada al mundo de los toros, una de las otras pasiones del escultor malagueño. «Esta afición le acompañó durante toda su vida», apuntaba ayer su viuda, Cristina de Braganza, presidenta de la Fundación Berrocal, nacida hace dos años y responsable junto con Unicaja de la exposición que ahora llega a la capital gaditana.
«Pueden verse fotos de Miguel de joven cuando compró varios trajes de torero en un mercadillo de segunda mano», recordaba su esposa. «Aunque hay obras similares que representan a varios toreros, el montaje y desmontaje de las mismas es totalmente distinto».
El Diestro es el título de esta parte de la exposición que puede verse hasta el próximo 10 de enero en Santa Catalina. El legado y la mitología que rodea a una de las expresiones culturales más arraigadas en este país: la tauromaquia.
Un ritual que guarda profundas emociones y un marcado simbolismo y que desde hace años ha fascinado a artistas y literatos, desde Hemingway a Man Ray.
Detrás de las vitrinas que componen la muestra pueden verse los tributos de Berrocal a esta antiquísima manifestación cultural. Decenas de piezas de latón pulido que construyen bustos llenos de elegancia y presencia.