Los chicos han realizado talleres preparatorios. / A. J.
PUERTO REAL

Objetivo: encontrar al ex fumador 'modélico'

Salud plantea cursos para dejar el hábito entre los profesores y administrativos de la UCA, con idea de que den ejemplo al alumnado del Campus

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En los años 60, la Universidad era «terreno de fumadores» por antonomasia, un lugar en plena «ebullición». Hoy se intenta que también los campus, como el resto de la sociedad, queden «libres de humo». Uno de los sectores con mayor incidencia del tabaquismo son los trabajadores «de cuello azul», como los ordenanzas o todas aquellas personas que trabajan en la Administración. A ellos se suman los profesores, a los se les incluye dentro de lo que se denominan «profesionales modélicos», por su influencia en grupos numerosos de alumnos.

La delegación provincial de Salud de la Junta ha llegado a un acuerdo de colaboración con la Universidad de Cádiz para que los profesores y el personal administrativo y de servicio participen en cursos para dejar de fumar. A la reunión inicial celebrada ayer en el Campus del Río San Pedro de Puerto Real acudieron más de 20 personas; «una cifra que no es tan habitual», comenta el responsable de la Unidad de Apoyo a la Población Fumadora del Distrito Bahía de Cádiz-La Janda, Daniel López.

Según refleja Daniel López, uno de los puntos negros en el Campus es la puerta de cada edificio, sobre todo a partir de la prohibición de poder fumar en cualquier lugar público, lo que provoca «aglomeraciones» de fumadores en los accesos. «Esto genera muy mala imagen», explica.

Allí precisamente, a la puerta de uno de los bloques del Campus, nos encontramos una administrativo que, aunque hoy ha acudido a esa sesión, sigue fumando. «Estaba volviendo a plantearme dejar de fumar», comenta, y entonces apareció este programa. Ahora afronta un tramo optimista: «Cada vez encuentro más motivos en mi mente para dejarlo, en la posibilidad de superar al menos el primer día, y ver qué pasa».

Unos metros más adelante, en las escaleras de otro de los edificios, nos encontramos con otra integrante del personal, que también se ha inscrito. Tiene dos hijos, y al menos la conciencia de que debe ser ejemplo para sus ellos: «Por los niños, en mi casa no fumo». En la calle lo intenta: «Si me ven, no quiero que lo vean como algo normal, porque esto es una cuestión de salud y de dependencia». Lo dicho, en camino de ser modélicos.