Negociar con terroristas

Hoy no es 12 de julio, ni estamos en 1997. Sin embargo, hoy y entonces acabaron dos secuestros que pusieron en vilo a España. El de aquel verano acabó con lagrimas y gritos, el de hoy, con sonrisas. Todos dimos por buena la negativa del Gobierno de no negociar con terroristas, hecho que hubiera supuesto un peligroso precedente, aún siendo de fácil su solución: trasladar presos al País Vasco. Me pregunto qué justifica un cambio de postura, no sólo del Gobierno, de distinto signo, sino de toda la sociedad. Quizá la respuesta sea cuestión de números 36-1. ¿Hubiese sido distinta la actuación del Gobierno, y la sociedad, si en vez de un solo concejal hubiese sido secuestrado todo el pleno Ermua? No dudo que Miguel Blanco pidió a Aznar que cediera. El Gobierno ha de actuar, en temas tan sensibles como éstos, con cierta artería legal, aún cuando sepamos que no es más que una cesión del Estado de Derecho.