Desde el cielo
Actualizado: GuardarDurante estas dos últimas semanas he podido disfrutar de unos días de descanso con unos amigos y he tenido la suerte de visitar Argentina, un país que ya me cautivó hace unos años. En esta ocasión nos hemos dedicado a ver naturaleza, si, naturaleza en su estado mas puro, algo a lo que desgraciadamente los que pateamos diariamente asfalto nos resulta extraño. Contemplar la cordillera de los Andes in situ, andar por los hielos del Perito Moreno, navegar por el Canal de Beagle en Ushuaia (el fin del mundo habitado), recorrer la estepa Patagónica, ver ballenas a pocos metros o pingüinos caminando a tu alrededor son experiencias que te sobrecogen. Han sido unos días de reencuentro con la naturaleza y experiencias imposibles de describir. Pero si esto que les cuento es asombroso, mucho mas me impresionó la imagen que ahora les describo. El pasado lunes, después de nueve horas de vuelo sobre el Atlántico y observando las pantallas del GPS del avión que nos traía de vuelta a España, pude intuir que la entrada en nuestra península se iba a realizar muy próximo a Cádiz. Poco a poco y oteando por una de las ventanillas del avión, a mas de once mil metros de altura, fue apareciendo. Desde el cielo, si, desde el cielo, Cádiz es algo espectacular. Había visto muchas fotos aéreas, pero presenciarlo personalmente resulta indescriptible. Muchas veces, cuando veía la estela de los aviones que pasaban por aquí había envidiado a los que podían tener esa visión, ahora he sido yo uno de esos afortunados. Que pena que esta Parcelita no contenga imágenes porque, lo que tengo grabado en la retina, es difícil de describir ni de olvidar. Desde allí, desde lo alto, no se ven los defectos, que los tiene, solo se ve como una pequeña silueta que se adentra majestuosa el Océano, una maravilla.