La plantilla verdiblanca recibe insultos durante el entrenamiento vespertino

El Betis de Antonio Tapia no atraviesa por su mejor momento de la temporada. Aunque los heliopolitanos deben disputar el encuentro aplazado en su día ante el filial del Villarreal debido a la Gripe A, los pupilos del técnico cordobés se encuentran alejados de las plazas de ascenso a Primera División.

Bien es cierto que todavía queda bastante para la finalización del campeonato, pero la afición verdiblanca no se plantea permanecer un año más en la categoría de plata, ya que el Betis partía como principal candidato al ascenso al inicio del curso liguero. Por este motivo, alrededor de 30 aficionados béticos interrumpieron en la jornada de ayer la sesión vespertina del equipo para exigirles mayor esfuerzo en los próximos partidos.

Preocupación latente

Aunque el incidente no pasó a mayores, los jugadores abandonaron momentáneamente el césped y el segundo entrenador, Juan Merino, en compañía con algunos futbolistas de la cantera, mediaron para que los hinchas depusiesen su actitud y la sesión pudiera completarse.

Una parte de los hinchas abandonó la ciudad deportiva pero otros permanecieron para presenciar el entrenamiento, que se reanudó poco después, e incluso se produjo el lanzamiento de una bengala, según apuntan varios testigos presenciales.

Ante tal circunstancia, la Policía, alertada por los empleados de la entidad hispalense, apareció en la instalación deportiva, pero no fue necesaria su intervención.

Sea como fuere, los ánimos continúan caldeados en el Manuel Ruiz de Lopera. Y es que, tras el inesperado descenso la temporada pasada, la eliminación copera ante el Córdoba a las primeras de cambio y los últimos resultados han soliviantado los ánimos de un determinado sector de la afición.

Sin lugar a dudas, los empates ante el Cádiz en el Ramón de Carranza (2-2) y el Celta en el coliseo verdiblanco (1-1) han motivado las protestas de algunos seguidores hacia la plantilla dirigida por el técnico de Baena.