'Alakrana', final feliz
Actualizado: GuardarCon independencia de los pormenores que puedan conocerse más adelante y de los análisis más minuciosos que hayan de venir, la terminación del secuestro del Alakrana, con la libertad de sus 36 tripulantes previo pago de 2,3 millones de euros -la petición inicial fue de cuatro millones de dólares-, ha de calificarse de exitosa en términos generales. El gravísimo error de la innecesaria detención de dos secuestradores, que entorpeció las negociaciones y que podía haber provocado un verdadero desastre, se ha conseguido paliar mediante una buena gestión del problema, que rindió sus frutos ayer, cuando se produjo el feliz desenlace sin que previamente se hubiese accedido a la inviable exigencia de dejar en libertad a los dos delincuentes capturados in fraganti y puestos a disposición judicial.
El secuestro ha durado 47 días, un plazo que no excede de lo que es usual en las docenas de casos semejantes que se han producido en las mismas aguas y con la misma autoría, y se ha saldado con un precio que puede calificarse de normal (se ha sabido que el seguro del pesquero costeará dos millones de euros). En consecuencia, es justo reconocer que lo que se desencaminó al principio, se ha orientado correctamente hasta el desenlace. Rodríguez Zapatero felicitó ayer por ello a sus ministros, empezando por la vicepresidenta Fernández de la Vega, coordinadora de la célula de crisis, aunque evidentemente no todos ellos han demostrado idéntica eficacia. Tiempo habrá de valorar el papel de cada uno.
Con toda probabilidad y aunque nada se ha precisado al respecto, la liberación habrá de tener como contrapartida, además del dinero del rescate, la entrega de los dos piratas somalíes, que habrá sido prometida por los mediadores diplomáticos que han actuado en nombre del Gobierno.